Competencia da luz verde inicial al control de Indra de los contratos de blindados de Trubia

Se trata de uno de los trámites esenciales que faltaban para que la operación fuese firme. Cuando se inicia la primera fase de estudio de este tipo de movimientos, la CNMC dispone de un mes de plazo para pronunciarse y, en caso de requerir un análisis más profundo, la compra pasa a segunda fase, cuya duración puede oscilar entre tres y cuatro meses. Indra invirtió casi 107 millones de euros para adquirir un 24,67% adicional de Tess Defence y controlar así el 51,01% de la sociedad. Santa Bárbara, Sapa y Escribano se han quedado con el 16,33%.

¿Qué ocurrirá a partir de ahora? Tess actuará como el contratista principal de los programas (el 8x8 y el VAC suponen una inversión cercana a los cinco mil millones de euros), realizará la ingeniería de síntesis e integración de los vehículos, asumirá el ensamble final y la responsabilidad de su entrega. Para ello, se hará cargo de la definición y ejecución de la gestión industrial de los programas, lo que incluye, «de forma no exhaustiva», matizan desde Indra, la dirección del programa, la gestión económica, la interlocución con cliente, la gestión de subcontratistas, el aseguramiento de la calidad a lo largo de la vida del producto y su mantenimiento.

También la creación en Asturias del nuevo centro industrial y de ingeniería de Tess Defence por el que pugnan Oviedo, Gijón, Avilés y Siero, y que absorberá las tareas de integración final de vehículos blindados –que hasta entonces continuará realizando Santa Bárbara para los programas españoles– sobre una parcela de más de doscientos mil metros cuadrados aún por definir.

En el horizonte, los cinco mil millones de euros de inversión a los que irá unido ese centro industrial ligado a los contratos del VAC y el 8x8, este último marcado por los retrasos. Indra se ha comprometido a agilizarlo con la entrega de 200 unidades del blindado en dos años.