La Cocina Económica y el HUCA sirven 1.750 menús

Es el día de Navidad y José Lebrato, jefe de grupo del servicio de hostelería del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), llega a las siete de la mañana a su puesto de trabajo. Por delante, una jornada con mucho trabajo: tiene que realizar junto a su equipo setecientos menús especiales para los pacientes ingresados. De primero, marmitako de langostinos seguido de redondo de ternera con guarnición de patata torneada y panaché de verduras. Necesitan más tiempo de preparación que en una jornada normal.

Para los preparativos, explica, mientras comienza el proceso de emplatado, dedican un par de días. «No son compras de productos habituales y hay que empezar buscando proveedores» y en un día como ayer, la plantilla aumenta. «Estamos trabajando 39 ayudantes, seis cocineros, un jefe de equipo junto a otro de grupo, tres dietistas, una persona en el almacén de víveres y dos en desayunos. Somos más que un día normal porque necesitamos más ayudantes». A estos 700 menús adaptados para que todos disfruten del día a pesar de no estar en casa, hay que sumar las 690 cenas que dieron en Nochebuena. Un esfuerzo que se ve recompensando porque las bandejas vuelven a la cocina con mensajes de vuelta: «Nos dejan mensajes de que 'estaba muy rico' o    'seguir así'».

En la Cocina Económica también se vivieron dos jornadas especiales y frenéticas, según su cocinero Florentino Menéndez. Las puertas del comedor se abrieron el día de Nochebuena –los domingos no sirven cenas presenciales– para 150 comensales y entregaron las cenas elaboradas que donó la asociación de hostelería Otea. En total cuarenta junto a las 170 comidas de ayer consistentes en sopa de marisco, paella, merluza con almejas y turrones. Entre la institución benéfica y el centro sanitario, 1750 menús.

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