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ROSALÍA AGUDÍN
OVIEDO.
Lunes, 24 de enero 2022, 00:52
«En San Claudio llevamos años pidiendo mejoras sin que haya habido por el momento ningún cambio. Quedan muy bien las palabras, nos prometen mucho, pero no se ha hecho nada». El presidente de la asociación vecinal de la zona, Luis Miguel Fernández, enumera de carrerilla todas las reivindicaciones de la localidad, con 2.633 habitantes -1.786 en la zona urbana y 847 en la rural-. Entre las prioridades, solucionar los atascos por el paso a nivel; dar un futuro a la fábrica de loza y otros espacios «abandonados» como la factoría de tubos y las antiguas escuelas; ampliar las aceras estrechas desde el cruce de La Lloral al centro de la localidad, donde «no entra el carrito de un bebé», o los frecuentes problemas de personal en el centro de salud.
Por partes. La fábrica de loza de San Claudio cerró sus puertas el 30 de abril de 2009, dejando en el paro a 44 trabajadores, mujeres sobre todo, y dando carpetazo a 108 años de actividad. El recinto fabril, que vivió épocas de esplendor y exportó el nombre de San Claudio, ahora se encuentra en un estado deplorable, en el que grupos de jóvenes encuentran intimidad para sus reuniones. También se han producido incendios que han obligado a trasladarse hasta allí a los Bomberos, como el ocurrido el pasado viernes al mediodía y que intencionado.
Preocupa también que los tejados hundidos produzcan inundaciones; las escaleras que no conducen a ninguna parte porque el piso superior se ha venido abajo; restos de vajillas aún tirados por el suelo; paredes repletas de grafitis; maleza cubriendo el imparable deterioro, y basura acumulada por todos los rincones. Por ejemplo, neumáticos que se extienden tanto por dentro como por fuera de las naves, pantallas de ordenador, cristales rotos o innumerables plásticos.
Una situación que ha llevado a la Coordinadora Ecologista de Asturias a presentar una denuncia y, según informaron hace seis días, la Fiscalía de Medio Ambiente ha abierto diligencias de investigación para el esclarecimiento del caso. El colectivo pide a las autoridades la retirada de los residuos, que «se señalice la zona para advertir que los vertidos ilegales serán sancionados» y que se investigue lo ocurrido para «encontrar a las personas responsables» con el objetivo de que sean denunciadas.
A la vera de la antigua factoría de loza se encuentra la antigua fábrica de tubos, también «abandonada». Es por ello que el líder vecinal propone que en ambas parcelas, que suman 80.000 metros cuadrados, se construya «la ciudad deportiva del Real Oviedo».
«Todo el mundo habla de la fábrica de armas de La Vega, pero nadie de estas. La zona está muerta, cada día más sucia y llena de porquería», denuncia Fernández, que señala que otro de los problemas importantes es el paso a nivel. «Se crean unos atascos enormes porque es una zona con mucho tráfico y cuando las barreras se bajan ahí se quedan hasta que pasa el tren y vuelven a abrirse». La solución que propone es una «obra grande ampliando el puente» para que «la gente y el autobús urbano no se queden atascados durante varios minutos» hasta que pase el tren y suba la barrera.
Otra de sus preocupaciones es el centro de salud. Cuenta con dos médicos para atender 2.700 cartillas, pero por el verano la situación se complicó al darse de baja una de las facultativas. «El 54% de los días que van desde julio hasta septiembre hubo dos médicos y el 100% de las jornadas hubo al menos un médico», reconoció el consejero de Salud, Pablo Fernández Muñiz, tras las concentraciones organizadas por los vecinos para exigir el personal. «La situación ha mejorado respecto a la época estival pero hay carencia de médicos» a lo que se suma la petición de un pediatra, reclama este vecino.
En materia de seguridad, prosigue Fernández, «nos sentimos seguros, aunque de vez en cuando surgen» actos delictivos como robos en el polígono o el asalto que sufrió a mediados de octubre la oficina de Liberbank después de que cuatro jóvenes reventasen el cajero con explosivos.
La acera que va desde el cruce de La Lloral a San Claudio es tan estrecha que «no entra el carrito de un bebé». Algo a lo que se suma el abandono de las antiguas escuelas, donde se puede «hacer un nuevo centro de salud o de estudios» y también piden la reapertura de la biblioteca. «No la abren ni una hora al día; estamos abandonos sin que nos hagan paso», concluye este líder vecinal, quien también pide mejoras en la piscina descubierta para el verano o mejoras en el centro social.
Todo para que San Claudio siga siendo un referente en Oviedo después de albergar una de las principales fábricas.
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