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Composición realizada con fotografías tomadas de forma individual para respetar las normas anti covid. ÁLEX PIÑA / PABLO LORENZANA
«Ya estamos cerca de la meta»

«Ya estamos cerca de la meta»

Imprescindibles. Diez profesionales esenciales viven la Navidad tras un año «complicado» con toda la fe puesta en la vacuna

ROSALÍA AGUDÍN

Jueves, 24 de diciembre 2020, 01:30

No les gusta la palabra héroe, pero desde el inicio de la pandemia han estado al pie de cañón. Casi sin descanso. Se trata de diez profesionales que fueron considerados esenciales, pero en realidad han sido imprescindibles. Cada uno en su campo ha hecho la vida mejor de los ovetenses en unos momentos convulsos. Sanitarios, cuerpos de seguridad, taxistas, agricultores, conductores,... Todos ellos dibujan una estampa navideña de esfuerzo, trabajo, ayuda y cercanía y EL COMERCIO les rinde homenaje para agradecerles todo lo que han hecho en estos meses que resumen como «complicados». Tienen su fe puesta en la vacuna esperando que el 2021 sea un año mejor que este y en el que haya, sobre todo, salud.

Óscar Pandavenes es técnico de emergencias sanitarias. Le ha tocado estar en primer línea de batalla obligándole a separarse de sus hijos, de cuatro y seis años, durante los tres primeros meses. Una situación dura y más cuando un «día llevabas al hospital a una persona que ves bien y a los cuatro días había fallecido».

Ha sentido «miedo y tristeza», lo que no le ha hecho parar. Sigue al pie del cañón, este día de Navidad trabajará, pero en su mochila lleva una preparación que en marzo no tenía: «Se cometieron errores de lo que hemos ido aprendiendo. Mi deseo para 2021 es volver a la vida normal».

Elsa Viña, enfermera de quirófanos del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), destaca que «no somos héroes, sino profesionales». Unos profesionales exhaustos tras meses de intenso trabajo en los que el «cansancio hace mella». «Al principio fue horrible. La primera ola fue la guerra y la segunda nos pilló entrenados, con protocolos actualizados, pero con mucho cansancio». Un agotamiento que se acumula día a día mientras la tercera ola amenaza con llegar: «Pido responsabilidad a la gente y mi deseo es salud total para todo el mundo».

En las primeras semanas de confinamiento hubo mucho desconcierto. «La desinformación» hizo que muchos pacientes acudiesen a su farmacia de confianza para pedir asesoramiento». Eduardo Arnáez, dueño de la botica situada en la plaza del Ayuntamiento, se tuvo que adaptar a la situación. «Gente de 80 años, o más, no quería ni salir al descansillo de su casa y nosotros les acercábamos la medicación». Un servicio que agradecieron, más cuando los nervios les invadían. «Hubo que tranquilizarles con las recetas, por ejemplo. Este año ha sido caótico. Eso sí, confiamos mucho en la vacuna, pero no hay que bajar la guardia. Estamos en los últimos diez kilómetros, ya cerca de la meta».

Un esprint final en el que «la actitud individual y el compromiso nos llevará al bienestar de todos», señala la anestesista del HUCA y vocal de Medicina Hospitalaria del Colegio de Médicos, Belén García Arango, quien también hace un brindis en esta Navidad atípica «por la responsabilidad».

«Un sinvivir»

«No hemos parado» durante la pandemia, este año «ha sido un sinvivir». Son palabras de Fátima Iglesias, directora de la residencia Santa Teresa, uno de los centros que ha padecido varios brotes.

Los taxistas son también profesionales esenciales, para quienes este año ha sido duro. «Oviedo es una ciudad de funcionarios y servicios y con el teletrabajo tenemos pérdidas del 70%», contabiliza Julio César Da Silva, mientras que su compañero Vicente Alonso califica el 2020 como un «año demasiado complicado».

Su deseo es que pronto se «solucione la pandemia gracias a la vacuna. Tengo un cien por cien de fe en ella y hasta que no la tengamos, seguiremos sufriendo», añade mientras que Faustino Varela, conductor de TUA, recuerda la «dura imagen de circular con los autobuses casi vacíos durante los meses de confinamiento».

Meses de confinamiento que alegró José Vázquez. Más conocido como el 'poli marchoso', recorrió con su altavoz los barrios de la ciudad para celebrar los cumpleaños de niños y mayores. No podían salir de casa, pero su visita fue un regalo para los homenajeados. «Me reinventé haciéndome sentir más útil, de esta forma potenciamos la labor social de la Policía». El punto negativo, la distancia: «Lo peor es no dar abrazos, pero somos conscientes de todo lo que podemos perder en un momento».

Lucía Braña es agricultora y vende sus productos 'online' a través de su negocio Huerta El Tirabeque. Ella ha tenido suerte. «A pesar de todo lo que hemos vivido, hemos conseguido un mayor número de clientes a los que llevamos el pedido a domicilio». «De esta manera, conseguimos sustituir un poco las perdidas por la cancelación de mercados y ferias».

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