El Centro Asturiano cierra sus fiestas abarrotado y reparte 16.000 bollos en el día de Covadonga

El éxito de las fiestas del Centro Asturiano se determina por tres cosas: una cuidada organización, una buena selección de actividades y el buen tiempo. Ayer en el club de campo se dieron las tres circunstancias a la vez para lo que fue el día grande de los festejos dedicados a la virgen de Covadonga.

Desde antes de que se abrieran las puertas, a las siete y media de la mañana, ya había socios que subieron hasta el club de campo para acotar una mesa en la que comer el bollo y el vino en familia y con los amigos. El club distribuyó mil sillas por las zonas para mayor comodidad en las comidas.

La misa celebrada en el exterior del edificio central congregó a más de cuatrocientos asistentes, la procesión de la virgen desde el pueblo asturiano al edificio central estuvo acompañada de numerosos socios, la comida regada con vino y sidra a la sombra de los árboles fue «una delicia», las actividades de la tarde como la cetrería o la exhibición de esgrima histórica fueron muy aplaudidas y el reparto del bollo, este año 16.000 y 8.000 botellas de vino (los bollos los realizaron El Cuco, La Masera de Vetusta y Panadería Teverga) o de agua colmaron las exigencias de los miles de socios que acamparon por el club durante todo el día y le dieron una buena nota a la tradicional vianda.

Y por la noche la traca final con los fuegos artificiales (el club se gastó 6.000 euros) y el concierto de Fran Juesas. Total, las tres de la madrugada.

Las fiestas en su último día también contaron con la presencia del alcalde, Alfredo Canteli, y parte de la Corporación municipal –en la representación sólo faltó IU, como durante toda la semana–. A la salida de la misa, oficiada por el dominico José Luis Álvarez Valdés, el presidente del Centro Asturiano, Gerardo Martínez, hizo una primera valoración de la semana de fiestas: «Muy positivo. A pesar del tiempo hubo muchísima gente todos los días. Todas las actividades llenas, todas las actividades deportivas llenas, el teatro a reventar, un éxito total... Y ayer, precioso también el día, la carpa llena de gente, el concierto, Los Testigos llenos también. La sidra se acabó, no puede ser de otra manera. Estaba muy buena, por cierto». Y sobre las instalaciones para que los socios comieran el bollo y el vino, explicó que «aparte de las sillas que hay y todos los bancos que hay, tenemos mil sillas contratadas que están distribuidas por toda la finca. Es un trabajo extraordinario de los empleados. Tenemos un equipo de aparcamiento que es increíble. Incluso, con un patinete eléctrico el jefe de aparcamiento va a supervisar cómo están los distintos sitios. En cada lugar de aparcar hay un empleado. Todo muy milimetrado, todo muy detallado. Estamos muy satisfechos», resumió el presidente de la entidad.

El Centro Asturiano cerró ayer sus tradicionales fiestas con alta puntuación pese al mal tiempo, aunque el sol, el del sábado y el de ayer, puso el listón muy alto.

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