«Está céntrica, en medio de La Corredoria»

Es una de las principales calles de La Corredoria, uno de los barios más jóvenes de Oviedo y ha crecido tanto que casi se le considera una ciudad. La vía Cardenal Álvarez Martínez atraviesa la plaza del Conceyín en la que, en breve, se ubicará el mercadillo semanal de La Corredoria, que ya está aprobado para celebrarlo los sábados.

Esta es una calle de paso hacía el HUCA, Parque Principado –incluso para los que van a Lugones–, y destaca, entre otras cosas, por su gran amplitud. De hecho, cuenta con tramos, como el que corta la plaza, en los que «hay cuatro carriles más los dos de aparcamiento».

Desde 2013 lleva en marcha Garmes Motor. Pablo García puso aquí su taller porque «no había muchos locales libres y me pareció muy buena zona». Aunque lamenta que la calle «tenía más movimiento del que tiene ahora», lo que achaca a la pandemia. «El Covid afectó bastante, por lo menos a esta zona del barrio», afirma. Un hecho que hace que hoy en día no tenga claro si la recomendaría: «Hace unos años sí, sin duda», compara.

Su taller está ubicado justo frente al estadio Manuel Díaz Vega, lo que ve tanto una ventaja como un inconveniente. «El campo de fútbol atrae mucha gente ahora depende de la época, pero antes era continuo», destaca. Sin embargo, también supone un problema para el aparcamiento: «Cuando hay entrenamientos o partidos se llena y no hay dónde dejar el coche».

Un poco más adelante se encuentra El Capricho de María, una tienda con un surtido muy variado, desde comestibles hasta prensa. Tras el mostrador, Irene Azcárate. «Llevo tres años trabajando aquí y me parece muy buena calle; hay mucho movimiento», señala, «sobre todo cuando empieza el fútbol, tanto en fin de semana como a diario».

Personalmente «la recomendaría a nivel comercial», expone, y destaca como ventaja «la situación que tiene». Por otro lado explica que cuenta con una clientela muy variada, «por las mañanas gente de mediana edad y mayores y por la tarde chavales». Además, especifica que entre semana se trata de «clientela fija, vecinos del barrio». El fin de semana «viene gente de todas partes para los partidos».

Un concurso de farmacias –«el último que hubo desde entonces»– atrajo a las hermanas Eva y Sara González Santamaría hasta este barrio ovetense. «El 7 de julio de 2006, hace dieciocho años, nos tocó una plaza aquí», recuerda Eva González. «Te dan el área y tienes que buscar el local respetando ciertas distancias de centros de salud y otras farmacias», señala. «Nos encantó está calle porque a nivel comercial es la mejor de La Corredoria», afirma.

González resalta que «tiene mucho tránsito, todo el mundo pasa por aquí». Y como principal ventaja destaca su tamaño: «Cuenta con cuatro carriles más los dos de aparcamiento», algo que facilita que se pueda parar un momento. Ella lo tiene claro, «es una calle que recomendaría totalmente».

Al final de la calle se encuentra la autoescuela Mieres, que abrió sus puertas en 2013. «Antes era otra autoescuela y decidieron cogerla porque es una calle con mucho movimiento», explica Elba Fernández.

Apunta como principales ventajas que es «una calle de paso, está muy céntrica, en medio de La Corredoria y es muy abierta». Por otro lado, la cercanía del centro de salud, el colegio y la farmacia, que está pegada, «hace que tenga mucho movimiento, por supuesto que la recomendaría», concluye.

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