«El cambio que ha dado San Lázaro con los años es increíble»

Hace cuarenta años, Adelina y Reinaldo llegaron al barrio de San Lázaro «buscándose la vida», por medio de unos familiares que tenían un negocio en la zona, y decidieron lanzarse a la aventura de abrir su propia frutería. Escogieron el número 12 de la calle San Lázaro, donde por aquel entonces estaban el colegio y la iglesia. Un lugar «estratégico» para poder vender sus frutas y hortalizas a todo el barrio. Ahora cumplen cuatro décadas en la zona y, aunque Reinaldo falleció, Adelina sigue al frente del negocio, junto a sus dos hijos, Reinaldo y Mariano.

Reinaldo Canóniga recuerda cómo fueron aquellos inicios en el barrio: «Antes no se podía ni andar por las calles, era casi la selva». Para él, la zona «sufría los problemas de las drogas», y con ellas la falta de seguridad para vivir de sus vecinos. «Antes había un colegio aquí enfrente, la iglesia, una serrería y hasta una fábrica de lejía», enumera haciendo memoria de aquellos primeros años que pasó de crío en sus calles.

«Ahora es un barrio radicalmente distinto», asegura. «El cambio que ha dado San Lázaro con los años es increíble», valora. Para este vecino, es un barrio «envejecido, en el que viven los vecinos de toda la vida», pero que tiene grandes ventajas. «Es una de las zonas más completas de Oviedo: tiene absolutamente todo lo necesario para vivir», indica. Y ejemplifica: «Todo tipo de comercio local, supermercados, cafeterías y restaurantes...». Y, por si fuera poco, añade, «está a menos de un minuto del Ayuntamiento y a cinco de la calle Uría». «No se puede pedir nada más».

Como anécdota, Reinaldo recuerda que «aquí había un centro médico en el que había que pagar al sanitario; cobraba poco, pero había que abonarle una cantidad». «Todo ha cambiado demasiado, antes eran cuatro casas bajas, y ahora está todo lleno de edificios», asegura este vecino que no tiene intención de moverse de allí.