La Cámara pide «empezar a trabajar» para que la nave de cañones consiga fondos europeos

Uno de los objetivos es que allí se levante la sede Agencia de Salud Pública, proyectada por el Estado. La capital asturiana no lo tendrá fácil y se enfrenta a una duda competencia, como Murcia, Aragón, Andalucía o Castilla y León. Será el Consejo de Ministros quien tenga la última palabra, tal y como sucedió con la Agencia Española de Supervisión de la Inteligencia Artificial por la que pujaba Gijón, pero que finalmente se llevó La Coruña.

Que la nave de cañones se convierta en una bioincubadora de alta tecnología para inteligencia artificial es la meta principal del Principado y de la Cámara. De lograrse, Oviedo ganará puestos de trabajo para retener al talento asturiano, evitar las pérdida de población, además de dar una segunda vida a La Vega tras una década sin un uso fijo.

Fue entonces, en 2012, cuando la producción de armas se aglutinó en Trubia, dejando libres 120.000 metros cuadrados salvo esporádicos usos culturales desarrollados durante los veranos y otoños. En un futuro próximo todo cambiará, como avecina el protocolo firmado en julio, que sienta las bases de la futura reordenación urbanística que se extiende a 150.000 metros cuadrados.

La Cámara de Comercio lleva trabajando mucho tiempo en este proyecto. Sus representantes han mantenido contacto con empresas del sector biosanitario para que se asienten en el futuro en este espacio. Hay más pasos: este próximo lunes, la entidad cameral organizará una segunda visita a la ciudad francesa de Saint-Étienne, una ciudad que ha transformado una de sus viejas factorías militares en un «verdadero polo industrial», según dijo en una ocasión Paniceres. La Cámara se fija en ella como espejo de La Vega. El consejero de Ciencia, Borja Sánchez, acudirá a la visita.

Oviedo se quedará con el 85% de los terrenos de La Vega y una de las intenciones es ceder a entidades del Tercer Sector -asociaciones o colectivos sin ánimo de lucro- los chalés y que sean estas las que los rehabiliten y conviertan en su nueva sede. De forma paralela, las arcas municipales costearán la creación de un nuevo vial al lado de la nave de Cañones para alejar el tráfico de la iglesia prerrománica de Santullano. Este tramo del Bulevar se convertirá en zonas verdes. Las naves restantes acogerán actividades culturales, continuando con el camino marcado en los últimos años por la Fundación Princesa.

No obstante, el punto más conflictivo es la edificabilidad. El Ministerio de Defensa podrá sacar partido de mil viviendas (un 30% de protección). También está previsto «un garaje subterráneo con cuatrocientas plazas así como un hotel, restaurantes, bajos comerciales y un supermercado.