A punto está de concluir el plan de choque encargado por el Ayuntamiento para devolver el lustre a casi una treintena de calles de la ciudad, que dicen, por fin, adiós a baches y grietas y lucen completamente renovado su firme.
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La arteria principal, Uría, está inmersa en la actuación de mejora. Los operarios se afanaban ayer por la tarde en dar los últimos retoques al pavimento y a las tapas de alcantarillado, antes de proceder a la pintura, con el objetivo, según informaron a este diario fuentes de la actuación, de poder abrir hoy la circulación del tráfico, cortado en el tramo comprendido entre las calles Independencia y Conde de Toreno. Los peatones, en cambio, con el pavimento ya seco, cruzaban a sus anchas, como si de una calle peatonal se tratara; al menos, por unas horas.
El plan de choque que ha llegado a 26 calles se inició el pasado año. Un contrato adjudicado a la empresa Ingeniería de Construcción y Obra Civil de Asturias por 1,45 millones de euros y financiado por el Consistorio en dos anualidades.
Además de Uría, las calles beneficiadas han sido Asturias, Cervantes, Marqués de Teverga, Azcárraga, Padre Vinjoy, Constantino Cabal, Fernando Alonso, San Melchor García Sampedro, San Pedro Mestallón, paseo de La Florida, Alejandro Casona, avenida del Mar, La Regenta, Benedicto Santos Lóez o Víctor de Quintanar. Oviedo se despide de baches y hundimientos.
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