«Es una calle con muchísima vida»

La que en un principio iba a ser la gran avenida Argañosa en un proyecto de 1958, al fallecer el que fuera alcalde de Oviedo entre 1957 y 1963, Valentín Masip, se nombró esta vía en su honor. Conectando con la calle Real Oviedo en un extremo y con Alejandro casona en el otro, esa avenida se ha convertido con el paso del tiempo en una de las más importantes del barrio La Ería-Argañosa. Y todo gracias a los comercios, sobre todo los más antiguos.

Esta pequeña imprenta lleva abierta desde 1960 y Fernando del Casar, encargado e hijo del dueño, trabaja en ella «desde que tenía catorce años». «Cuando nosotros llegamos no había nada, la calle estaba vacía, así que fuimos los primeros», recuerda. Con el ruido de la maquinaria de fondo, este negocio familiar guarda recuerdos y fotografías de todo tipo, como un calendario completo del año 1969 y otros documentos donde se ven fotografías de una aún desierta Valentín Masip.

«Mi padre trabajó en una empresa de sellos y luego comenzó por cuenta propia, primero en Comandante Vallespín y luego aquí», añade Del Casar. Y desde entonces no han querido moverse. «Después de tantos años, conocemos a todo el mundo y a todos los comercios».

De hecho, resalta, la avenida Valentín Masip está «repleta de negocios, no hay un solo local libre en toda la calle. Y si lo hay, dura cuatro días vacío».

Al otro lado de la calle y siguiendo en antigüedad se encuentra la tienda Toldos El Campo, con «más de cuarenta años» al servicio de sus clientes, de sus «muchos clientes» de confianza. Así lo destaca su dueña, Soledad Álvarez, quien cogió el cargo del negocio aunque fue su marido quien lo abrió.

«Él ya tenía una tienda de toldos en Grado, pero quiso crecer y se trasladó a esta calle», declara; añade que puede que no haya una siguiente generación para este local, aunque sí hubo crecimiento en otros tantos negocios familiares fuera de Asturias. Aun así, habiendo presentado tantos cambios desde su llegada, considera que hoy en día no se movería, porque «es una de las avenidas más importantes de Oviedo, hay de todo».

Sin llegar al año desde su apertura, en la tienda de ropa de Ganesha Boutique estan felices con el barrio. «Es una calle con muchísima vida y muchísimo comercio», anota Adelaida Gil, una de los dueños. Ella, según la opinión Carlos Argüelles -también propietario- «es la genio» de la tienda. Tras haber dedicado la mayor parte de su vida a trabajar en tiendas de ropa como dependiente y teniendo la inquietud en diseño, ambos decidieron tirarse a la piscina y abrir su propia tienda. Desde entonces, se han ganado clientes a golpe de confianza. «Es un barrio muy cercano, nos encanta porque ya conocemos a la gente en muy poco tiempo», valoran. «En Oviedo hay dos zonas comerciales: la calle Uría y Valentín Masip», concluye Argüelles.

Enamorarse de la calle y de su gente fue otro de los motivos por los que las hermanas Cristina y Regina Ortiz decidieron abrir su tienda de decoración en la calle hace trece años.

«Ya trabajábamos en una empresa de decoración, pero llegó nuestro momento y consideramos que ya era la hora de volar», recuerda Regina, quien ahora es la única al otro lado de mostrador tras jubilarse su hermana. En lo que han sido más de diez años en Valentín Masip, para esta decoradora es una calle «con muchísimo movimiento, muy comercial».

• Temas
• Mi negocio en la calle