Buscan una «nueva vía» para rehabilitar de una vez por todas el kiosco del Bombé

El paso del tiempo, el óxido, la falta de mantenimiento y un largo pleito con la empresa que se iba a encargar de los trabajos han hecho que el kiosco del Bombé esté muy deteriorado tras unos andamios. La Concejalía de Urbanismo e Infraestructuras explorará «en los próximos días» una «nueva vía ajustada al marco vigente actual» para ejecutar la obra de rehabilitación del templete del kiosco de la música del paseo del Bombé. Así lo manifestaron ayer fuentes del área a través de una nota de empresa.

En ese sentido, y «a pesar de los esfuerzos de Urbanismo para agilizar la contratación, modificando los pliegos para facilitar la concurrencia a las empresas interesadas, no ha habido ninguna en Asturias que haya podido presentarse al concurso y cumplir las condiciones exigidas», dadas las «peculiaridades» y «complejidad» de la obra. Ahora, adelantaron, el departamento del primer teniente de alcalde buscará una nueva salida «fuera del ámbito asturiano».

La cuestión no es baladí, el alto valor artístico e histórico de la cerrajería y estructura metálica del templete, obra del arquitecto Juan Miguel de la Guardia en el año 1887, «exigen unas condiciones especiales de actuación y una capacidad técnica y productiva a la empresa para que la ejecución de la obra se lleve a cabo con garantías», expusieron desde la sección de Urbanismo. Garantías particulares, eso sí, al tratarse de una instalación protegida. Aun así, continuaron, los precios y los tiempos no se verán modificados en este nuevo intento de rehabilitar de una vez por todas la estructura. El precio de licitación se mantiene en 290.000 euros y cuenta con un plazo de ejecución de cinco meses.

Los últimos años no han sido demasiado buenos para el kiosco, ideado en origen para acoger veladas musicales de la banda municipal. La rehabilitación iniciada en 2015 fracasó y acabó enredada en un pleito con la contratista que solo fue resuelto favorablemente al Ayuntamiento el año pasado. La empresa sostenía que existían fallos en el proyecto, pero lo incumplió montando mal varias de las piezas y pletinas. El 10 de noviembre de 2017, el Juzgado de lo Contencioso número 6 de Oviedo falló a favor del Consistorio, entonces presidido por Wenceslao López, y avaló la resolución del contrato por causas imputables a la empresa MC Conservación y Restauración.

No obstante, los técnicos de Gestión del Patrimonio tardaron hasta agosto del año siguiente en emitir su informe. Desde ese momento, aún fueron necesarios casi otros diez meses para completar la liquidación del contrato y la reclamación de 46.059 euros a la empresa por daños y perjuicios.

El Ayuntamiento aprobó el pasado 18 de junio sacar de nuevo a concurso las obras de rehabilitación del kiosco del Bombé, después de que el anterior intento quedase desierto al no recibirse ninguna oferta. La nueva licitación no modifica las condiciones del contrato: 290.000 euros por volver a montar el pabellón de la música del Campo en cinco meses de plazo, pero el equipo de gobierno confía en que esta vez sí puedan adjudicarse.

En términos arquitectónicos, la principal novedad del kiosco de música fue plantear la construcción de la cubierta mediante una bóveda de ocho paños, cuyas aristas fueron construidas a modo de arcos rebajados. Del techo, en tiempos, colgaba una artística lámpara de ocho puntos de luz, alimentada por gas, como en el resto del alumbrado del Bombé en aquellos días. Esto, sin embargo, sería puesto en duda pocos años después por el peligro que suponía.

Así, la construcción del templete, firmado por el insigne arquitecto municipal el 27 de enero de 1887, comenzó el 3 de septiembre de aquel año. Fue adjudicado a Doroteo Manteola en subasta el 22 de marzo de 1888 y fue inaugurado un año más tarde, siendo Arturo Bertrand el encargado de fabricar los elementos de la estructura y las partes de fundición, hoy unos de los más castigados.