«Bienvenida sea la reforma, aunque llegue con retraso»

Aunque lo celebran, los vecinos también tienen sus críticas. Ana Isabel Alonso, residente en La Tenderina Baja, está satisfecha, como todos, de que se lleve a cabo la reforma, pero «han tardado mucho», dice. A su juicio, desde que se conoció que el complejo hospitalario iba a ser trasladado a la otra punta de la ciudad, el Consistorio «debería haber sido más previsor». Una de las dudas que le surgen a esta vecina ahora es «¿de dónde va a salir el dinero para ejecutar la obra?».

Mateo Viescas, vecino de la zona centro de la ciudad, y su amigo Miguel Mori, vecino de El Campillín, y ambos estudiantes de primero de Psicología, coinciden en que es «más que necesario» ponerle una solución a la zona. «Nosotros subimos a la facultad de Medicina una vez por semana, y da pena verlo todo abandonado», apunta Viescas. Asimismo, recalca que «si los políticos no lo hacen, habrá que recordarles lo que dijeron estos días». Para él, sería fundamental que esos terrenos, además de parques y viviendas, albergaran nuevos grados universitarios. A él, por ejemplo, le hubiera gustado contar en Asturias con estudios relacionados con la alimentación y la salud. «Sería bueno que hubiera más grados», insiste. Por su parte, Miguel Mori apunta que «hablar de dos o tres años es mucho hablar». Además de la necesidad de la limpieza de la zona y del aprovechamiento, instalaría centros sociales, una vieja reivindicación de los vecinos de la zona.

«Yo tengo la confianza de que este Ayuntamiento haga muchas cosas. Lo veo como un buen arranque», asegura Valentina Alfayate, vecina de Las Campas. Su marido vivía cerca de la zona y asegura que «el barrio quedó muy vacío y es un sitio hermoso». También le preocupa el tema de la plaza de toros de Buenavista. «Me encantaría que hicieran eventos allí, a ver si es verdad», apunta. Y pide un recinto ferial que resuelva problemas de espacio.