Fachada de la clausurada plaza de toros, que el Ayuntamiento quiere reconvertir en un recinto para cinco mil personas. ALEX PIÑA

El Ayuntamiento de Oviedo busca nuevas fórmulas para ganar aforo en la reforma de la plaza de toros

Los técnicos de Infraestructuras trabajan en un anteproyecto que permita salvar las restricciones de Patrimonio

GONZALO DÍAZ-RUBÍN

OVIEDO.

Jueves, 8 de julio 2021, 02:14

Los últimos tres equipos de gobierno de Oviedo llevan más de una década estrellándose contra las condiciones que impone Patrimonio a cualquier hipotética reforma de la plaza de toros. En marzo, el organismo valoró «positivamente» el anteproyecto del Ayuntamiento y el alcalde anunció ... que la obra estaría acabada para el verano de 2023. Sin embargo, la letra pequeña del supuesto aval de Cultura a la reforma prohibía alterar los huecos de la fachada o tocar el tendido bajo, la única parte original de 1898. Un callejón sin salida, porque sin mejorar los recorridos de evacuación, el edificio no podría reabrir al público como recinto polivalente.

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El quinto intento, ya en marcha, pasa por tratar de estudiar «soluciones prestacionales» al diseño de un nuevo anteproyecto que se someterá de nuevo al parecer del Consejo de Patrimonio, explicó el primer teniente del alcalde, Nacho Cuesta. Suena extraño y lo es. La normativa establece unas condiciones que deben reunir los edificios de pública concurrencia para garantizar su evacuación en caso de emergencia la evacuación: el ancho de las puertas, la ausencia de obstáculos, el ancho de los peldaños de las escaleras. En función de esos parámetros y de la hipótesis de bloqueo, que obliga a estimar el número de personas que se podrían 'salvar' si una de las salidas no fuese practicable, se establece el aforo máximo de los recintos.

Para desgracia municipal, los últimos años han desvelado, como adelantó este diario en exclusiva, las deficiencias en la materia de algunas de las obras levantadas en época de Gabino de Lorenzo. El Auditorio, el Palacio de Congresos o el Carlos Tartiere incumplen la normativa de evacuación en alguna medida. Las soluciones no son fáciles de tomar ni baratas.

El anterior equipo de gobierno dejó un proyecto aprobado para adecuar el Auditorio -2,2 millones de euros y cinco meses de obras- que PP y Ciudadanos han dejado de lado para intentar, pese a la oposición de los técnicos de Edificios y Patrimonio, que señalan que no avalarán un proyecto que no cumpla la normativa, un enfoque prestacional, que con unas obras menores -costarían la cuarta parte- sirviese para salir del apuro y tiene ya la contratación del nuevo proyecto bajo esas premisas en marcha

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La idea para la plaza de toros sería similar. En lugar de estrellarse con Patrimonio porque el organismo no deja ensanchar las vías de evacuación, demostrar que es viable la seguridad del recinto una vez concluida la reforma y elevado su aforo hasta donde se pueda, pese a no cumplir con la normativa. «Fue una sugerencia de la propia consejería», explica Cuesta.

Hasta donde se pueda porque la idea «es ir negociando el anteproyecto» con Cultura, razón por la que el diseño está en manos de los técnicos municipales. Serán estos los que asumen un camino más largo, complicado, cuyo resultado final dependerá de unas soluciones que mejoren la evacuación del coso, sin tocar los huecos de la fachada, por lo que no es factible fijar un aforo de recinto a priorio. El diseño seguirá el del último estudio de viabilidad fracasado hace tres meses, que preveía una inversión de 10,6 millones para desmontar el ruinoso graderío alto, adecuar el edificio a la normativa, dotarlo de servicios, reconstruir la grada hasta la altura original del coso y cerrarlo con una cubierta retráctil.

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Superar las «líneas rojas»

Los del estudio de viabilidad para la reforma de la plaza de toros de Buenavista del arquitecto ovetense y profesor de la materia en la Aarhus School of Architecture, Nacho Ruiz Allen, estaban llenos de líneas y números en rojo marcando cada incumplimiento de la normativa de la actual configuración del edificio. El proyecto las borraba ensanchando pasos, eliminando obstáculos y ganando espacio.

La cuestión no planteaba problemas para la reconstrucción de las gradas, pero los espectadores no vuelan y la prohibición de Patrimonio de ensanchar puertas y recorridos de la planta del tendido hacían inviable la reforma por ese camino. Aún logrando salvar el escollo de la evacuación con una solución prestacional, Infraestructuras es consciente de que pueden surgir más problemas para alcanzar esos 5.000 espectadores fijados como objetivo ideal.

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Patrimonio se opone a alterar el tendido bajo, la única parte original de la fábrica de Juan Miguel de la Guardia. La normativa del Principado establece que si no existen pasillos escalonados de evacuación adecuados, el número máximo de localidades por fila es de dieciocho personas. La aplicación estricta supondría que en todo el tendido bajo como máximo podrían sentarse 216 personas, en unas las localidades que tampoco cumplen la normativa de accesibilidad ni los accesos a las mismas garantizan un evacuación segura. El proyecto de Ruiz Allen preveía que el tendido bajo, convenientemnente reformado, tuviera diez veces más capacidad.

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