El Ayuntamiento de Oviedo instala balizas luminosas en la calle de Rosal

Aprovechando que el tráfico de Oviedo ha descendido de forma considerable en los últimos días a causa de la crisis sanitaria desatada por el nuevo coronavirus, COVID-19, el Ayuntamiento aprovechó para instalar ayer balizas luminosas en el paso de cebra que une la calle Suárez de la Riva con El Fontán. Una actuación que obligó a restringir el tráfico en la zona: la circulación permaneció cortada desde la calle Pozos.

Las obras forman parte del contrato de control de la red semafórica de la ciudad, en manos de la empresa Alumbrados Viarios S.A. (Aluvisa). Tienen como objetivo mejorar la visibilidad. El conductor detecta, ayudado por las balizas, al peatón, ganando tiempo para frenar con seguridad.

El Ayuntamiento ya ha instalado varios de estos dispositivos en la ciudad. Fuentes de la Concejalía de Seguridad Ciudadana, liderada por el concejal popular José Ramón Prado, indicaron que en los casi tres meses de andadura 2020, se han colocado cinco balizas luminosos en las calles que rodean el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) y en Ernesto Winter Blanco, en Ciudad Naranco.

Además, y dentro de este mismo contrato, la plaza de Castilla cuenta desde hace un mes con contadores para advertir a los conductores del tiempo que queda para que el semáforo se ponga en rojo. El dispositivo sirve para evitar las multas de los fotorrojos y los contadores se sitúan en la parte superior del brazo del semáforo.

Los números aparecen en blanco sobre un fondo negro y aportan información mientras el semáforo está en verde para los vehículos.

En Oviedo, en total, hay cuatro fotorrojos y rotan por ocho puntos de la ciudad desde inicios del año pasado. Los últimos datos de sanciones de este sistema son de 2017 y la recaudación bajó: 2,5 millones de euros frente a los 4,4 millones ingresados por el Ayuntamiento en año 2016.