El Ayuntamiento se une en defensa de la Escuela de Minas para que «nunca salga de Oviedo»

La Corporación -no sin acusaciones entre los grupos- se unió por la defensa de la continuidad de los estudios de Minas en Oviedo en el Pleno extraordinario, cuyo único punto en el orden del día era solicitar al rector la permanencia de la escuela y la implantación en ella del Grado de Energías Renovables. Todos estuvieron de acuerdo. Vox, no obstante, incluyó una enmienda en la que exigía que se «traslade a Oviedo todos los grados vinculados a Minas» y se defienda con «todas las armas legales la continuidad» de la facultad en la ciudad. No fue aprobada.

El alcalde, Alfredo Canteli, comenzó la defensa: «Todos debemos de luchar porque la Escuela de Minas nunca salga de Oviedo». Existen razones «históricas, políticas, académicas y sociales» para que así sea, empezando porque fueron los propios ovetenses quienes «sufragaron buena parte de las obras» de construcción del edificio en la calle Independencia, que se cedió a la Universidad bajo un único objetivo: mantener en el mismo la Escuela de Minas.

Seis décadas después, el rectorado planea su traslado a Mieres para garantizar, según justificó, su futuro. En este marco, el regidor advirtió que «no sería entendible que continúe la desafección» de la Universidad con Oviedo que comenzó «generando campus en otros municipios» y ahora se pretende dar un paso más. «Minas no se toca. Los planes del rector están muy bien, pero no los va a financiar él, sino toda la comunidad asturiana entre los que estamos los ovetenses. Es un despropósito plantear un plan con costes millonarios sin consensos». Es más, advirtió de que se pretende llevar la facultad «a un centro de enfermos terminales sin futuro». Hay un «intento de reducir el peso de la Universidad en Oviedo porque hoy es el traslado de esta facultad, mañana será Químicas y pasado Informática».

Nacho Cuesta, primer teniente de alcalde y edil por Ciudadanos, reivindicó la instauración del grado de Energías Renovables en la Escuela, porque «hay que abrirse a las demandas de un mundo nuevo», subrayó.

El PSOE, si bien reprochó al equipo de gobierno que presentase «como suya una proposición» que era de todos, insistió en que Minas es una de «las grandes señas de identidad de nuestro municipio y debe de existir voluntad de colaboración con esta institución».

Uno de los momentos más tensos del Pleno sucedió cuando intervino Cristina Coto, portavoz de Vox, después de que dejara claro que el asunto de Minas «no va de 'mi amigo Barbón', tampoco de mi enemigo, va de seriedad, rigor y diálogo, por supuesto, pero acompañado de la firmeza y exigencia de justicia, nada más; y equidad. Oviedo no es más, pero nunca menos». Cuesta le respondió que «no hay posibilidad de gobernar si no es colaborando con las voluntades de todos». Coto, entonces, le acusó de traer «escrito su discurso» y fue el alcalde quien salió en defensa: «Acaba de meter la pata», le espetó a Coto. La edil no se calló: «Quién es usted para decirme a mí si he metido o no la pata; dirija el Pleno y que sus huestes no interrumpa a la oposición».

Ana Taboada, por Somos, pidió al equipo de gobierno «recuperar los programas de becas para la Universidad y ser propositivos para evitar el traslado planificado a dos años vista»