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GONZALO DÍAZ-RUBÍN
OVIEDO.
Martes, 16 de febrero 2021, 00:33
A la carrera. La Concejalía de Economía prevé dar luz verde esta semana a la liquidación del presupuesto del ejercicio pasado. Si lo consigue, objetivo que da por seguro su responsable, Javier Cuesta, será la contabilidad que más pronto vea la luz en ... más de una década. Lo cierto es que tampoco nunca hubo tanta prisa. El trámite abrirá la puerta a salir del parón que supone la prórroga presupuestaria con la tramitación de un primer suplemento de crédito por 22,5 millones de euros, con el que el equipo de gobierno pretende poner en marcha las inversiones anunciadas y otro de 10 millones para financiar las ayudas del plan 'Oviedo Recover' y el agujero dejado por la pandemia. Si los plazos se cumplen, «podría llevarse a aprobación al Pleno ordinario de marzo», apunta Cuesta, «si no, convocaremos uno extraordinario».
Los números de la aprobación de la liquidación del ejercicio pasado no dejarán muchas alegrías. El Ayuntamiento batirá su récord de inejecución presupuestaria, lastrado por los tres meses de parón del primer estado de alarma. Ni siquiera la suspensión de las reglas fiscales y la incorporación de remanentes para tapar los agujeros dejados por la pandemia en ayudas o el transporte evitarán que los ahorros municipales peguen otro estirón y superen los 70 millones de euros, frente a los 63,5 del año pasado. Es una estimación, pero las existencias de tesorería a 30 de septiembre del año pasado, 42 millones de euros, dan idea del impacto de la pandemia. En 2018 o en 2019, años en los que el Ayuntamiento marcó nuevas plusmarcas de ahorro por inejecución del gasto, eran, a la misma fecha, de 22 y 27 millones de euros, respectivamente.
El cierre contable de 2020 no es más que un trámite técnico, una resolución de la que se da cuenta al Pleno, pero permitirá en cambio disponer del superávit y el remanente presupuestario. El Ayuntamiento necesita no menos de 32 millones de euros para cubrir este 2021, 10 para tapar el agujero del gasto corriente y 22 para las inversiones.
La oficina Presupuestaria fijó la estimación de ingresos para 2021 en poco más de 205 millones de euros. Frente a esta cifra, los gastos corrientes de las concejalías sumaban a 215. El equipo de gobierno decidió renunciar al ajuste y a hacer un nuevo presupuesto, por vez primera en 35 años. Las decisiones de 2020, una expansión del gasto de casi 8 millones más en el capítulo 2, el de bienes corrientes y servicios, y la reducción de ingresos, un millón menos por la bajada del IBI a los grandes valores, lo hicieron inviable políticamente. El equipo de gobierno no iba a subir los impuestos en medio de una pandemia y algunos gastos no podían reducirse sin un alto coste político.
Oviedo, por ejemplo, ha asumido un gasto corriente de un millón de euros más en luz y en luces. Medio millón largo en el consumo de las lámparas que cuidan el césped del Carlos Tartiere, sin contar las nuevas de vapor de sodio, y otros 400.000 en alumbrado festivo. Además el Ayuntamiento ha asumido gastos extraordinarios para hacer frente a la situación sanitaria -limpiezas, refuerzo de comedores escolares o de personal en las escuelas infantiles- y económica. Para este año, solo la segunda anualidad del plan de recuperación 'Oviedo Recover' tiene un gasto previsto de 7,2 millones de euros; el refuerzo de los servicios tendrá un coste próximo a los dos y el transporte público volverá a dejar un agujero millonario, que se estima en cerca de tres millones.
Por el lado de los ingresos, además, había que contar con la nueva reducción del IBI diferenciado y la exención de tasas a las terrazas de hostelería, otro millón y medio de euros de dificultades a sumar a la caída en la participación de los ingresos del Estado, otros 4,3 millones. Con todos los números sobre la mesa, 10 millones de euros de déficit a las bravas, que no aparecen en el presupuesto que no hay, pero que tendrán que financiarse con cargo al remanente.
De ahí que el concejal de Economía, Javier Cuesta, plantease la prórroga como una dicotomía entre un «presupuesto irreal» y una «opción responsable». El Ayuntamiento tapará el agujero con él los 10 millones del remanente e inyectará otros 22,5 millones de euros para financiarán el plan de inversiones.
Lo que le ha costado al equipo de gobierno estas semanas de prórroga ha sido ponerse de acuerdo en qué inversiones incluir en el suplemento de crédito. Algunas de las prioridades marcadas son plaza de toros, el Palacio de los Deportes, la pista de atletismo del Naranco o la nueva versión del Bulevar de Santullano, por poner algunos ejemplos. Lo que sucede es que todas estas prioridades están aún lejos de disponer de proyecto de obras financiable.
La suspensión de las reglas fiscales permite para este ejercicio lanzarse a financiar obras con el remanente, pero hay muchas dudas de que la manga ancha se mantenga en 2022 y, entonces, ¿qué inversiones podrán financiarse?.
El problema es de fondo. Los gastos de los capítulo 1 y 2, personal y bienes corrientes y servicios, cada vez pesan más. De 144 millones en 2018, han pasado a 156,6 millones este año; mientras que los ingresos propios tributarios están congelados en 145 millones desde hace tres ejercicios.
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