Imagen del atracador que distribuyó la Policía

Se enfrenta a cuatro años y medio de cárcel por atracar a punta de cuchillo un banco en Oviedo

El acusado de un delito de robo con intimidación se llevó 2.100 euros de una sucursal en Pumarín y huyó

P. A.

Oviedo

Miércoles, 2 de octubre 2024, 14:35

Sucedió el pasado 8 de marzo, a las 11.44 horas. Un hombre, de 34 años, cubriendo su rostro con la capucha de la sudadera que llevaba, atracó una sucursal bancaria de Unicaja Banco en plena avenida de Pumarín, en Oviedo, esgrimiendo un cuchillo de 12 centímetros de hoja. Se llevó un botín de 2.100 euros. Huyó sin que nadie pudiera detenerle. Ahora, se enfrenta a cuatro años de prisión por un delito de robo con intimidación. Es lo que le pide la Fiscalía del Principado en su escrito de conclusiones, que ya ha enviado al Juzgado de Instrucción número 1.

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Tras el atraco, un testigo le persiguió hasta la calle Fernando Vela, pero le perdió la pista. Los agentes, entonces, trataron de acorralarlo, con coches apostados en las todas las entradas y salidas del barrio. No hubo éxito. La Policía Nacional, al día siguiente, solicitó la colaboración ciudadana para dar con el atracador, detallando su descripción. Pero no fue hasta el 17 de abril cuando le detuvieron, con la colaboración de la madre del acusado.

Ese día, la progenitora encontró en la mesita de la habitación de su hijo el dinero sustraído y, tras hablar con él sobre su procedencia, ambos se dirigieron a comisaría y entregaron «los 2.100 euros, el cuchillo utilizado y las ropas que vestía el día del atraco».

Así lo recoge en su escrito de conclusiones el Ministerio Fiscal. En el mismo, sostiene que el acusado, colocándose la capucha de la sudadera que vestía, así como una braga de cuello que le tapaba la boca y la nariz, «con la finalidad de dificultar su identificación», se dirigió a la sucursal. Tras acceder a la oficina, -prosigue- se acercó al mostrador de la caja y, esgrimiendo el cuchillo exigió a la cajera que le diera el dinero. La mujer comenzó a gritar, lo que provocó que saliera de su despacho la directora de la sucursal, momento en que el acusado les exigió a ambas y a una clienta que se introdujeran en el despacho. En su interior, le indicó a la cajera que saliera y fuera a la caja y le entregara dinero. La empleada le dio 500 euros, al tiempo que el acusado, golpeando el mostrador, le gritó: «Dame más, venga, más». Le entregó entonces otros 500 euros, 100 euros después y otros 1.000 euros que había sacado para una clienta. En ese momento se bloqueó la caja por seguridad, por lo que pese a que el acusado exigía la entrega de más dinero, al contestarle la cajera que no era posible, el acusado abandonó la entidad, con 2.100 euros.

El acusado, según indica la Fiscalía, está diagnosticado de trastorno psicótico paranoide y en el momento de los hechos sus capacidades cognoscitivas y volitivas estaban conservadas, como recogió el informe forense. El Juzgado de Instrucción número 1 acordó su prisión provisional del acusado; si bien el 23 de mayo la Sección Segunda de la Audiencia Provincial acordó su libertad provisional, con la obligación de personarse quincenalmente ante el juzgado, además de someterse a tratamiento médico en un centro especializado.

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Por todo ello, la Fiscalía le solicita cuatro años y medio de prisión por un delito de robo con intimidación cometido en local abierto al público con uso de armas de los artículos 237 y 242.1.2 y 3 del Código Penal. Concurre la circunstancia agravante de disfraz y la atenuante de reparación del daño.

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