Asturias Acoge, un lugar de encuentro entre aulas en Oviedo

Desde hace 30 años, la organización Asturias Acoge trabaja para ofrecer apoyo y orientación a personas migrantes y refugiadas que llegan a la región en busca de una nueva oportunidad y un futuro mejor. Con un enfoque basado en la integración, la igualdad de derechos y la sensibilización social, la asociación ayuda a quienes buscan comenzar de nuevo y reconstruir sus vidas en Oviedo.

Desde su local en la calle Tenderina Baja llevan a cabo una gran labor que va mucho más allá de la asistencia básica: busca generar un espacio de encuentro donde las personas migrantes puedan acceder a información, plantear dudas y sentirse seguras para expresar sus problemas sin miedo a ser juzgadas o discriminadas. «Es importante que haya un entorno donde puedan consultar sus inquietudes y recibir apoyo sin temor. La sensibilización social es clave para avanzar en la convivencia y la cohesión», explica Nazaret Sánchez, coordinadora de la organización desde hace diez años.

Cada día, en la asociación imparten clases de español, esenciales para la integración de los recién llegados en el ámbito social y laboral: «Aquí no sólo dan clase de español nativos, sino gente que ha pasado por la asociación y ahora quiere ayudar», dice. Además, ofrecen apoyo escolar, talleres formativos, actividades de ocio adaptadas a los distintos colectivos y orientación para acceder a recursos básicos.

Entre los principales desafíos que se enfrentan las personas migrantes al llegar a Asturias, la coordinadora destaca tres especialmente preocupantes: la vivienda, el acceso al empleo y la regularización de su situación administrativa. «El problema de la vivienda afecta a toda la sociedad, pero en el caso de la población migrante es aún más complicado, ya que se les exige nóminas, avales y garantías que muchos no pueden cumplir», explica. La falta de documentación también dificulta el acceso al empleo, sumiendo a muchas familias en una situación de vulnerabilidad extrema y precariedad.

Asturias Acoge cuenta con subvenciones por parte del Ayuntamiento de Oviedo, el Principado y entidades privadas como La Caixa. Sin embargo, estos fondos resultan insuficientes para sostenerse y atender todas las demandas crecientes. «Somos una entidad pequeña y competimos con ONGs mucho más grandes. Sólo somos dos personas trabajando, mi compañera Iodenis Borges y yo, y necesitamos más apoyo para poder continuar», afirma.

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