La Ascensión agota existencias tras tres días de «lleno» en todos sus escenarios

Tres de la tarde en La Amasería, el puesto que Edén Jiménez ha tenido en la plaza de Porlier durante La Ascensión. Entre sus fuentes ya no quedan bollos preñaos ni otros manjares aptos para celíacos; las existencias se agotaron tras una mañana de fuertes ventas. En el interior del recinto, las bodegas Monasterio de Corias y Señorío de Ibias no paraban de atender clientes; mientras que en la plaza de la Catedral las colas se sucedían para conseguir un trozo o un bocadillo de queso y en algunos había decenas de personas esperando para comprar algunos de sus productos.

Este fue el ambiente que hubo durante la última mañana de mercado de La Ascensión en el que la concejala de Festejos, Covadonga Díaz, remarcó que «una vez más conseguimos el objetivo que nos recuerda todos los días el alcalde, Alfredo Canteli, de que Oviedo esté lleno de gente». «Dio gusto ver la afluencia de público durante las tres jornadas», subrayó para a renglón seguido añadir que los «talleres estuvieron llenos y los artesanos nos han trasladado que están vendiendo bien».

A pesar de la gran afluencia de gente que hubo durante las tres jornadas de actividad y donde brilló el sol, ha habido críticas. Por un lado, este año no se ha llevado a cabo la feria ganadera porque «en Llanera es San Isidro» y tampoco se ha entregado la distinción de 'Paisanos del año'. «No se ha cancelado el concurso de ganado, pero no tenía sentido hacer dos a ochocientos metros de distancia. La idea en 2025 es celebrar la tercera edición del certamen de ganado Ciudad de Oviedo».

A lo largo de la última jornada también hubo actuaciones musicales como la protagonizada por las bandas de música y de gaitas.