El arte de hacer misterios

El pasado lunes comenzaron las segundas jornadas del XXI Curso de Belenismo organizadas por la Asociación Belenista de Oviedo, que lleva desde 1988 promoviendo el arte de hacer pesebres. Una afición que «va creciendo año tras año». Así lo afirma el vicepresidente de la asociación, Aurelio Medio, quien dice desconocer el porqué de esta circunstancia, pero sostiene que «cada vez hay más afluencia de gente en las exposiciones que hacemos, tanto en Trascorrales como en la ruta de belenes de Villaviciosa». Y es que han tenido que organizar una semana más de curso, dado que «se apuntó más gente que nunca e incluso quedaron varias personas en la lista de espera», comenta Medio.

El curso, que dura aproximadamente catorce horas y en el que hay inscritas doce personas, consiste en el aprendizaje de una serie de nociones básicas con el objetivo de realizar pequeños pesebres y misterios. Todo se elabora a partir de un único material: el porexpan. Cada uno de los asistentes lo va recortando en función del modelo de referencia, que cambia cada año, y, una vez tienen las piezas cortadas, se pegan y se ensamblan sobre la base de la estructura, que, a continuación, se va recubriendo con una especie de pasta. El último paso es la decoración. «El resultado suele ser fantásico y los cursillistas marchan encantados con él», declara el vicepresidente.

Ana Gómez, aficionada al belenismo desde siempre por tradición familiar, define la experiencia como «maravillosa» y apunta que «el ambiente es muy bueno porque la gente que viene lo hace con ganas de aprender». Pilar González, otra de las asistentes, inició su formación hace ya tres años, y a día de hoy es una socia más. Todos coinciden en el buen trato de los profesores y en su «maestría». «He asistido a muchos cursos de arte y hay muy pocos como este», confiesa una de las alumnas principiantes.

Con el fin de «seguir con la tradición», apunta Medio, en unos días se iniciarán los preparativos para el nuevo belén de este año, que se inaugurará en la plaza de Trascorrales. El vicepresidente insta a los jóvenes a unirse al colectivo, ya que, comenta, «vamos cumpliendo años, hay mucha tarea que hacer y necesitamos gente que colabore». Aunque parece que la tradición está lejos de perderse.