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El nombre del presidente de Nuevas Generaciones de Oviedo, exasesor del Grupo Municipal del PP durante parte del mandato de Agustín Iglesias Caunedo y hoy del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso aparece vinculado en el sumario policial con las ... actividades de su madre, Ama Lara, acusada de formar parte de una red que explotaba a mujeres con fines sexuales.
En concreto, según adelantó ayer el digital 'El Español', a nombre de David M. Fernández figuraban algunos de los teléfonos móviles de contacto que aparecían en los anuncios con los que la red captaba chicas para trabajar en los dos pisos que regentaba, según la Policía Nacional, su madre. Uno en la calle Campomanes, 14, dedicado al sadomasoquismo y que, según los agentes era uno de los más importantes de este tipo del norte de España, y otro, en la avenida de Pumarín, de donde en la Nochebuena de 2015, ayudada por una compañera y por otra mujer, se fugó la joven que puso la denuncia sobre los abusos que se cometían en la vivienda. La joven, de nacionalidad paraguaya, declaró que viajó hasta España engañada por dos compatriotas con la promesa de trabajar en el servicio doméstico, pero que al llegar aquí la forzaron a ejercer la prostitución.
Según las pesquisas de los agentes, la red ingresaba más de medio millón de euros al año que no declaraba. Lo hacía con tarifas de 200 euros por sesiones de sadomasoquismo de una hora en un negocio que llevaba 10 años funcionando.
En la red están implicados tanto la pareja de Ama Lara como un matrimonio con un largo historial de negocios relacionados con la prostitución. De hecho, Ama Lara, tras ser detenida en 2016 por estos hechos y quedar en libertad provisional, fue de nuevo arrestada en abril del año pasado por haber reanudado su actividad y explotar y obligar a prostituirse presuntamente a mujeres extranjeras en un nuevo piso .
Las condiciones en los pisos eran duras. Las chicas estaban obligadas a estar disponibles las 24 horas del día viviendo hacinadas en algunas de las habitaciones de los pisos, mientras que el resto se usaban para las coyundas. Según los agentes, la dueña del negocio apenas dejaba dos horas de descanso diario a las jóvenes y, en ocasiones, ni siquiera eso. Tampoco podían rechazar a ningún cliente. De hecho, salvo las 'especialidades' que ofrecía Ama Lara (Marta F., de 57 años) en Campomanes, 14, el sistema del negocio era muy similar, según los agentes.
La red captaba a mujeres sudamericanas con pocos recursos en sus países de origen con la promesa de un trabajo en España en la hostelería o el servicio doméstico. Tras convencerlas, las captadoras prestaban una cantidad de dinero a estas para el viaje hasta Europa siempre con visados turísticos. Una vez en España, en situación irregular, endeudadas y desconectadas de su ámbito social y familiar, eran coaccionadas, según la Policía, para ejercer la prostitución en algunos de los negocios de la trama.
En la primera caída de Ama Lara, otras nueve personas fueron detenidas; en la segunda, cayó junto a su presunta socia. Ambas causas, acumuladas, siguen en proceso de investigación judicial. Esta segunda vez no huyó ninguna chica. Un chivatazo sobre la posible explotación sexual de una menor de edad en un piso de contactos de la zona de Salesas, desembocó en el registro policial de la vivienda. No había ninguna menor, pero sí localizaron a dos mujeres extranjeras en situación de estancia irregular, y a otras dos que ya tenían los permisos de residencia. El 50% de las ganancias eran para las responsables de la casa de citas, según la Policía Nacional.
De la caída de Ama Lara informó ampliamente este diario en una serie de reportajes en el verano de 2016. La investigación arrancó tras la denuncia de la joven huida del piso y se centró en Antonio Gonzalo N. , viejo conocido de la Policía y con negocios de prostitución desde hace décadas, pero el piso, Pumarín, 20, ya no era suyo. Una tal «Lara» ha tomado las riendas, cambiado a la encargada y todo por escrito.
En los registros de las viviendas, los agentes hallaron los contratos. No los firma Ama Lara, ni con su seudónimo de dominátrix, sino que utiliza a un testaferro. El contrato se firma por una renta de 1.500 euros al mes y otros 15.000 euros por el traspaso y alojamiento de las páginas web del negocio.
Era la forma en la que Ama Lara trataba de expandir su negocio de sadomasoquismo, su «Reino de Ama Lara» que, anunciaba, «posee unas amplias instalaciones de las que cualquier esclavo quedará totalmente satisfecho. A su vez es poseedora de un amplio vestuario para adaptarlo a cualquier tipo de sesión o fantasía. Perversa, cruel, implacable, despiadada, sublime... Todos estos calificativos y otros más se me podrían aplicar. Seré capaz de anular tu voluntad, no tendré piedad ni miramientos contigo, esclavo. Sabes que como hombre has nacido para estar bajo el dominio de una ama poderosa como yo. No pienses que en mi reino entra cualquier esclavo, yo seré quién decida en todo momento si eres merecedor de postrarte a mis pies. Una vez que complete tu doma, no desearás abandonar nunca mi reino».
Ayer ni el PP de Asturias ni el de Oviedo quisieron hacer ningún tipo de valoración.
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