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COVADONGA DEL NERO
GRADO.
Jueves, 29 de abril 2021, 00:33
«Mi abuelo era rojo y con eso bastaba para matarlo». Así resumió, con la voz entrecortada, María Dolores Vegas, nieta de una de las tantas víctimas que dejó la dictadura y fueron enterradas en fosas comunes entre 1936 y 1939. Junto a Rosa ... Menéndez, Olegario Arias, Ramón Miranda y Horacio Rodríguez visitaron ayer la fosa moscona de El Rellán, donde creen que podrían estar los restos mortales de sus familiares. Lo hicieron con la tristeza que les recuerda su pérdida y la alegría de ver más cerca la recuperación de los cuerpos.
La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica retomó esta semana los trabajos de exhumación tras el visto bueno del Juzgado de Grado que ha puesto fin a nueve meses de inactividad. La asociación y el Ayuntamiento de Grado han recogido información de decenas de familias que podrían tener en esta fosa a un ser querido. El martes, se encontraron los restos de un cuarto cuerpo.
«Es un ejercicio de dignidad y reparación tremendo», aseguró Ramón Miranda, quien supone que, entre los restos de esta fosa, están los de un tío abuelo y un tío suyo. «Mi tío abuelo estaba oculto en casa y, tras varias visitas de la Guardia Civil a su esposa, decidió presentarse en el cuartel», contó. «Dijeron que no le harían nada, pero nunca se supo nada más de él». Su tío apenas tenía entre 13 y 15 años, cuando las tropas del Frente Nacional «lo cogieron del borde del camino y lo llevaron al chalet de Patallo». Ahí pasó una noche, pero al día siguiente ya no estaba.
El abuelo de Rosa Menéndez era taxista y en uno de los recorridos llevó a «perseguidos». Les pararon. Fue su último viaje. «Mi padre y mis tíos murieron con la impotencia de no haber podido recuperar los restos», remarcó.
Olegario Arias es familia de otras dos víctimas, quien agradeció que se retomasen los trabajos de exhumación: «Es una alegría inmensa el intentar poner a las víctimas en un cementerio». Horacio Rodríguez también perdió a su tío y espera «que esté aquí. Ojalá».
Junto a estos familiares estuvieron ayer la consejera de Presidencia, Rita Camblor, quien aseguró que el Gobierno de Asturias intenta cerrar «una etapa muy negra de la historia de España» con la excavación de fosas comunes. Acompañada por la directora general de Emigración y Memoria Democrática, Begoña Serrano, insistió en que «es el momento de cerrar heridas que llevan demasiado tiempo abiertas, y garantizó el compromiso del Principado para convertir El Rellán «en un lugar de la Memoria».
«Llegamos tarde, pero lo importante es que llegamos», enfatizó la socialista. Por su parte, el alcalde de Grado, José Luis Trabanco, quiso «pedir perdón a todos los familiares».
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