El alcalde de Oviedo sostiene que «no es el momento» de comprar el Calatrava para crear un recinto ferial

Su segundo al mando, el edil de Urbanismo, Nacho Cuesta, sin embargo, no opina igual. Encuentra la propuesta de la Cámara de Comercio «razonable». Eso sí, destacó el líder de Ciudadanos, para ello tienen que cumplirse dos premisas: que fracase el concurso al faltar «inversores privados con un proyecto concreto que pueda devolver la vida a este espacio», y que las circunstancias de adquisición «sean lo más favorables posible para el Ayuntamiento». Es decir, «que el precio del complejo sea mínimo». Y es que, en palabras de Cuesta, «es nuestra obligación encontrar alguna solución viable para el fallido centro comercial, ejemplo clarividente de una nefasta gestión generadora de unos escandalosos sobrecostes que tuvimos que asumir todos los ovetenses».

Aun con todo, señaló, «lo que no podemos hacer es quedarnos de brazos cruzados sin darle uso a un equipamiento de semejante envergadura». Uno, de 45.000 metros cuadrados de superficie alquilable, que unido a la proximidad con el Palacio de Congresos y «a la carencia que tiene Oviedo de espacios expositivos o feriales, hace de esta opción una solución de futuro». Y más, cuando «nos tememos definitivos» los fracasos de resucitarlo comercialmente, finalizó.

Ferreira, además, puso a disposición del Consistorio a la entidad cameral para gestionar el hipotético conjunto congresual y expositivo del Calatrava, valorado por la propiedad en 12 millones de euros. Desde la Cámara de Comercio de Gijón añadieron que «toda infraestructura que pueda atraer congresos a Asturias, sea a Oviedo, Avilés o el propio Gijón, siempre es bienvenido y positivo».

Los tres partidos de la oposición también se pronunciaron. El primero, el líder socialista, Wenceslao López, que lanzó una pregunta muy concreta a los ovetenses. «¿Por qué el equipo de gobierno se niega rotundamente a comprar La Vega y, sin embargo, sí que se plantea la compra del Calatrava, qué intereses defienden el Partido Popular y Ciudadanos?».

Horas antes, en el Pleno extraordinario, la portavoz de Somos, Ana Taboada, se dirigió al equipo de gobierno: «Ustedes no gobiernan para la mayoría, gobiernan para los intereses económicos, los constructores y las contratas», les dijo. Máxime, concluyó, con respecto a una infraestructura que «ya pagamos dos veces» (al ceder el suelo, valorado en 140 millones de euros, para su construcción, primero; y después, dedicando otros 25 millones entre activos), al tiempo que acusó al líder naranja de querer «pagar los pufos de un fondo suizo». Tras ellos, la concejala de Vox, Cristina Coto, aseguró que «plantear que se 'rescate' con el dinero de los ovetenses un fracaso megalómano que costó 360 millones de euros a la ciudadanía es un escándalo».

El actual gobierno local, dirigido por el popular Alfredo Canteli, se ha marcado la meta de convertir a la ciudad en uno de los exponente turísticos de este lado del mapa. La cuarta pata de la ecuación, colmada de gastronomía, Prerrománico y Camino de Santiago, el turismo de congresos. A ese respecto, los que sí se mostraron a favor de la propuesta de la Cámara fueron los integrantes de Oviedo Congresos. Su presidenta, Silvia Suárez, explicó que «aprovechar el centro comercial para reforzar la opción congresual de la ciudad sería fantástico». Esto eso, continuó, porque «nos permitiría hacer ferias grandes y eventos a los que ahora mismo no optamos por carencia de espacios».

Un argumento que blandió, a su vez, el presidente de la junta local de Otea, David González Codón, al afirmar que el complemento del Modoo al Palacio de Congresos ayudaría a que la capital asturiana contase «con un equipamiento metropolitano capaz de convertir a Oviedo en el centro neurálgico congresual de norte de España» y que, además, «beneficiaría a Asturias». Para conseguirlo, sentenció, «la región necesita altura de miras para ser capaz de poner a Oviedo en un primer nivel».

Para los vecinos de Oviedo, «este mastodonte blanco ya nos ha costado el suficiente dinero como para que ahora ese agujero negro siga tragándose recursos del erario público», denunció la presidenta de la Federación de Asociaciones de Vecinos (FAVO), Eva Sánchez, tras dejar claro que su oposición «total» a la posible compra. «Ya está bien de que los ciudadanos paguemos las malas gestiones de políticas y empresarios», criticó.