El alcalde de Oviedo advierte que si no se usan los fondos de la UE para el mercado del Fontán, «se devolverán»

Unas palabras a las que añadió con rotundidad que la decisión final es de los vendedores. «Si no quieren, no lo haremos; si quieren que lo hagamos, lo haremos. Nuestro objetivo es que la plaza de abastos tiene que crecer, evolucionar y modernizarse pero nosotros no vamos a imponer nada».

A pesar de que está a la espera de la decisión final, Canteli ya piensa en qué pasará si la balanza se decanta por el no. El principal problema es que Oviedo consiguió 2,4 millones de euros de los fondos europeos para sufragar la mitad del coste de estos trabajos. «Si no se usan, se devuelven y fuera. No pasa nada», subrayó después de que el jueves por la tarde el grupo de arquitectos liderados por Sergio Navarro se reuniesen con los vendedores en el centro social Campomanes para explicarles el proyecto que lleva un año ideando.

Una escalera y dos ascensores unirá la actual planta con los puestos a la de nueva creación. Los elevadores se ubicarán en cada una de las entradas al histórico edificio garantizando así la accesibilidad. La comunicación entre los cuatro puestos superiores se hará a través de pasarelas y en ambas plantas no se perderán la vistas sobre la característica estructura metálica del interior.

Otra de las novedades será la mejora del aislamiento térmico convirtiéndolo en un «edificio muy confortable». El arquitecto defiende que «ahora mismo es un inmueble muy frío» al que se hará una «piel entera convirtiéndolo en sostenible». «Vamos a envolverlo con una piel sostenible porque vamos a poner un aislamiento muy importante. Además, se aislarán las fachadas y habrá una instalación fotovoltaica que prácticamente consume energético a ser cero del edificio».