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J. C. ABAD/ G. DÍAZ-RUBÍN
OVIEDO.
Jueves, 14 de enero 2021, 00:43
El alcalde, Alfredo Canteli, adelantó ayer las líneas principales de la propuesta que pretende trasladar al Ministerio de Defensa sobre el futuro de los terrenos de la fábrica de armas de La Vega. El primer edil descartó apostar por un recinto ferial, porque « ... no hay metros», y dividió los usos de los 122.000 metros del conjunto en cuatro: una parte, la más próxima al Bulevar de Santullano, conservaría las naves «para usos culturales»; otra, que englobaría la capilla y el archivo, sería una zona verde abierta a la ciudad; una tercera, se destinaría a un polo empresarial, que no estaría limitado tan solo a las empresas biosanitarias; y una última, se recalificaría «para usos residenciales» en favor del Ministerio de Defensa.
Lo último supone reconocer que Defensa no cederá gratis sus derechos y que el Ayuntamiento tendrá que pagar si quiere poder hacerse con los suelos de la más que centenaria factoría. También una constatación de que todas las propuestas sobre el futuro de los terrenos de La Vega se parecen al final. De cuando en cuando, alguien -Somos, el mandato pasado, o el alcalde, Alfredo Canteli, hasta septiembre- habla de cesión gratuita, pero al final todos acaban por admitir que el dueño de los terrenos no está por regalarlos. La recalificación para viviendas de parte de los terrenos de la propia factoría como pago a Defensa es una fórmula que ya planteó Agustín Iglesias Caunedo tras el cierre de la fábrica y que, a la espera de una tasación que nunca llegó, dejó traslucir el tripartito.
Canteli, en declaraciones a TPA, no precisó cuántas viviendas ni dónde, pero las restricciones urbanísticas debidas a los entornos de protección de Santullano, el Camino de Santiago o la Ruta de la Plata, apenas dejan como opción los suelos más próximos a Ángel Cañedo para los aludidos usos residenciales.
La parte más cercana a Adelantado de La Florida se convertiría en una zona verde abierta a la ciudad, que sirva de puerta al conjunto. «Tiene que ser Oviedo igual que la calle Uría», explicó el regidor. El parque, que coincidiría con el recinto para el que logró una cesión anticipada el tripartito que PP y Ciudadanos dejaron decaer, englobaría los suelos más próximos a la capilla y el archivo de la factoría.
La parte del león se reservaría para un parque empresarial de promoción pública y no limitado solo a empresas del sector biosanitario para el que se diseñaría un acceso desde el Bulevar de Santullano. El Ayuntamiento no tiene clara aún la fórmula. Fuentes del equipo de gobierno explicaron que la intención sería contar con Defensa u otras carteras del Gobierno para su desarrollo e implicar a la Cámara de Comercio y Fade en su gestión. Aunque el área empresarial no estaría limitada al sector biosanitario, desde el Ayuntamiento se explica que se trataría de captar empresas tecnológicas y de alto valor añadido a las que la ubicación de La Vega les genere sinergias y ventajas. «Hay que pensar mucho más en las empresas, con un complejo moderno, empresarial, residencial, que sea atractivo para que los inversores lleguen ahí», incidió Canteli.
Descontados los terrenos que se recalificarían para viviendas, el parque y el polo empresarial, al Ayuntamiento «le quedarían unos metros ahí, los que sean», en la zona más próxima a Santullano, que se reservarían para usos lúdicos y culturales. El acceso principal se abriría desde el Bulevar de Santullano, eso sí, sin tocar la nave del taller de Cañones, obra de Ildefonso Sánchez del Río, a través de la cual la Concejalía de Infraestructuras proponía desviar el tráfico de la entrada a la ciudad desde la 'Y'. Las necesidades del polo empresarial obligarían también a reservar suelos para aparcamiento, explicaron fuentes del equipo de gobierno.
La propuesta de Canteli, aun esbozada, cierra meses de vaivenes. El equipo de gobierno ha pasado de señalar como su máxima prioridad «abrir un proceso de negociación, serio y responsable para formalizar un acuerdo por escrito» con Defensa a pedir «colaboración» al Principado para negociar por La Vega. Propuso un alquiler, que luego descartó porque es un «bien de dominio público» y el arrendamiento «no es posible» y abogó por negociar el mejor «precio posible» o, incluso, «la gratuidad». Después optó por usar el plan del Bulevar de Santullano, entrando o no por los terrenos, para forzar la negociación y aún en noviembre apostaba por «superar el debate sobre la propiedad».
Con los mimbres tejidos ayer, habrá un pago a Defensa en forma de suelos residenciales en los terrenos de la propia factoría. ¿De cuánto? Esa pregunta requerirá completar el trámite que dejó inacabado el tripartito: la tasación de los terrenos por parte del ministerio; eso, y tal vez si se quiere que Defensa asuma o participe en el desarrollo del polo empresarial, algo más que compense la implicación presupuestaria del departamento que dirige hoy Margarita Robles.
En cualquier caso, los detalles tendrán que esperar a la demorada reunión entre las partes. El alcalde afirmó el martes que el Ayuntamiento esperará la llamada de Defensa para presentar su propuesta.
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