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A. ARCE
OVIEDO.
Martes, 15 de septiembre 2020, 00:27
El alcalde, Alfredo Canteli, no quiso dejar pasar su oportunidad. En los soportales de la entrada principal de la fábrica de armas de Trubia, recordó ayer a la ministra de Defensa, Margarita Robles, una de las cuestiones pendientes más acuciantes entre el Gobierno central ... y el Ayuntamiento de Oviedo: la recuperación para la ciudad de los terrenos de La Vega. La ministra recogió el guante y dijo, minutos más tarde, que la esperada reunión entre las administraciones para retomar las negociación por los 120.000 metros cuadrados de la vieja factoría de armamento militar tendrá lugar «en el mes de octubre».
«Ya he quedado con el alcalde», aseguró Robles, «tendremos una reunión para seguir trabajando y en ella trataremos de buscar respuestas y soluciones», sostuvo. Eso sí, no quiso anticipar cuál será la postura del Ministerio de Defensa durante las nuevas conversaciones -la primera parte de la negociación la inauguró el exalcalde Wenceslao López durante el pasado mandato- y dejó claro que dichos «trabajos» ya se «empezaron en su momento».
Ello contrasta con la intención del primer edil ovetense de comenzar desde cero, tal y como viene asegurando desde que cogió el bastón de mando hace ya más de un año. En ese sentido, el regidor solo quiso matizar una cosa, y es que el nuevo proyecto que será llevado a Madrid «será beneficioso para las dos partes».
El Ayuntamiento plantea la creación de un pequeño recinto ferial de unos treinta mil metros cuadrados y el desarrollo de un parque empresarial de alto valor añadido abierto a compañías del sector biosanitario. El único escollo, los millones. Canteli ya manifestó que adquirir la propiedad de los terrenos supondría «embargar a futuro» las cuentas del Consistorio; y los servicios jurídicos del departamento de Margarita Robles mantienen que solo cabe una «transmisión a título oneroso».
En su día, la ministra abrió la puerta a una concesión demanial siempre y cuando el fin de los terrenos, públicos, fuese otra finalidad pública. Por el contrario, todo lo que quiera dedicarse a actuaciones urbanísticas, admitía, conlleva un «precio de mercado».
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