El agua volverá a las fuentes del Campo

El estado del Campo San Francisco preocupa incluso en medio de una pandemia. Señalada como una prioridad por el alcalde, el equipo de gobierno descartó el mes pasado el concurso de ideas planteado por el tripartito y anunció un plan especial para regenerar este jardín histórico protegido. Para algunas cosas no hará falta ir tan allá, las fuentes del Campo volverán a tener agua. Aqualia se encargará de actualizar las instalaciones de los surtidores dentro del entendimiento entre la concesionaria del servicio de Aguas y el Ayuntamiento que ha puesto fin a tres años de tensiones.

El problema -las desviaciones que los técnicos detectaron en las liquidaciones anuales de Aqualia- surgió el mandato pasado y enquistó otro más antiguo: lo vetusto de las instalaciones -eléctricas y de bombeo- de las fuentes del Campo. Con las relaciones rotas, los técnicos exigían a la empresa que, como parte de su deber de conservación de las instalaciones, pusiese en condiciones de funcionar los surtidores; Aqualia se oponía al exigir los trabajos la renovación de parte de la red general que corre bajo la zona verde.

El acuerdo que ha desbloqueado las liquidaciones, con la compensación por parte de la empresa al Ayuntamiento con alrededor de medio millón de euros al año, también ha servido para que el estanque de Covadonga, La Fuentona, el Pez, Clarín y los dos «angelinos» vuelvan a estar a operativas a medio plazo, en cuanto se sustituyan las instalaciones obsoletas.

La que fuera concejal de Aguas, la edil socialista Ana Rivas celebró ayer el acuerdo sobre las liquidaciones como una señal de que el Ayuntamiento retoma el «control» sobre la concesión. Recordó a su vez que las disputas con la empresa, inciadas el pasado mandato, bloquearon «algunas obras» como el arreglo de las propias fuentes del Campo y denunció el trato en exceso favorable a la empresa en el pasado.