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P. A.
Oviedo
Miércoles, 10 de enero 2024, 20:19
Hubo acuerdo. El joven, de 24 años y de nacionalidad hondureña, acusado de agredir sexualmente a una menor, de 15 años y tutelada por el Principado, el último día de San Mateo de 2022, admitió los hechos, por los que el Ministerio Fiscal le pedía ocho años de cárcel, y tras abonar una indemnización de 20.000 euros a la víctima, aceptó ser condenado a cinco años de prisión, a sustituir -aún pendiente de acordarse- por su inmediata expulsión de España y la prohibición de regresar durante ocho años, entre otras penas y medidas, tal y como informó el Ministerio Fiscal.
La vista oral estaba señalada para este miércoles en la Sección Segunda de la Audiencia, adonde el procesado llegó procedente del centro penitenciario, en la que permanece en prisión provisional, comunicada y sin fianza desde el 23 de septiembre de 2022.
Según reconoció y recoge el escrito de acusación pública, a las cinco de la madrugada del 20 de septiembre, la víctima se encontraba en la calle Mon en compañía de varios amigos cuando el acusado entabló conversación con una de las amigas de la menor, a la que conocía de vista, y le pidió que se la presentara. En un momento dado, la cogió de la mano y le dijo: «Ven para abajo, que no nos vea nadie». Ella le contestó que no quería ir muy lejos porque tenía que ver a su amiga, pero el procesado le decía: «Más abajo, más abajo». Accedió y bajaron por la calle, besándose, hasta que en un momento dado, según prosigue el escrito, «el joven se bajó los pantalones, a lo que la menor respondió que ella no quería». Le pidió perdón, pero continuó con su actitud. «Aunque la víctima insistía en que no, la agredió sexualmente, en la calle», hasta que la menor le propinó un fuerte empujón y le dijo: «Me voy».
Muy alterada, llorando, se marchó corriendo, subió la calle y encontró a sus amigos. Como padecía un gran nerviosismo, estos la llevaron hasta la zona de servicios de un establecimiento de la calle San Antonio. Las empleadas del bar, al observar que parecían menores, se dirigieron a los baños con la intención de echarles; no obstante, una vez se percataron de lo ocurrido llamaron a la Policía, que trasladó inmediatamente a la menor al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) para su examen. A consecuencia del hecho, la menor sufre secuelas psicológicas.
Los hechos fueron considerados constitutivos de un delito de agresión sexual a menores de 16 años previsto y penado en los artículos 181.1 y 3 y 192.1 y 3 del Código Penal. Concurre la atenuante muy cualificada de reparación del daño.
Además de los cinco años de prisión, a sustituir por su inmediata expulsión del territorio nacional, con prohibición de regreso durante 8 años, manteniéndose el cumplimiento de la pena privativa de libertad hasta la expulsión; inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de duración de la condena; prohibición de acercarse a la víctima, a su domicilio, lugar de trabajo o estudio, lugares de ocio frecuentados por ella a menos de 500 metros, así como comunicarse con ella por cualquier medio, todo ello durante un periodo de 15 años; libertad vigilada durante 5 años; e inhabilitación especial para cualquier profesión, oficio o actividades, sean o no retribuidas, que conlleven contacto regular y directo con personas menores de edad durante 10 años.
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