El acusado de desfigurar en Oviedo a su madre de 80 años a puñetazos sale de prisión

Al procesado le quedarían diez meses aún por cumplir, pero ayer el juzgado acordó suspender la pena de cárcel tras alcanzar un acuerdo de conformidad entre todas partes afectadas, esto es la Fiscalía del Principado de Asturias, la acusación particular y la defensa. Los argumentos que explican esta decisión judicial se basan, según explicó el abogado de la defensa, Eladio Cue, en que el condenado ya había cumplido parte de la pena y en que «no hay riesgo de reiteración delictiva» al haber fallecido la víctima, explicó el abogado del acusado a la salida de los juzgados.

Por otra parte, también se tuvo en cuenta la eximente de embriaguez, es decir, cuando cometió los hechos estaba bajo los efectos del alcohol. Y se le imputó el agravante de parentesco como había solicitado tanto el Ministerio Fiscal como la acusación particular. La sentencia es firme y no cabe recurso, al alcanzar la conformidad.

Hay que señalar que, en un primer momento, la acusación particular, ejercida por el hermano del acusado, declinó tanto el acuerdo de conformidad como luego la posterior suspensión de pena de prisión aunque finalmente acabó aceptándolo. «El juez dictaminó que suprimía la condena de prisión y mi cliente saldrá en libertad hoy o mañana», aseguró ayer su defensa que calificó la decisión judicial como un «muy buen acuerdo» para su cliente.

La Fiscalía del Principado de Asturias solicitaba en un primer momento la condena de cuatro años de prisión por un delito de lesiones en el ámbito familiar con el agravante de parentesco. La acusación particular, sumaba un año más a la petición de pena, un total de cinco.

Los hechos sucedieron la noche del 4 de febrero de 2019. El relato de la Fiscalía refleja la brutalidad de la agresión: el hombre agarró a su madre, la tiró debajo de una mesa, le propinó puñetazos y patadas en la cara y le golpeó la cabeza contra el suelo. Para que no pudiera pedir auxilio, le llegó a meter el puño en la boca. Todo lo hizo bajos los efectos del alcohol, según reconoció ayer en el juzgado sobre unos hechos de los que aseguró «no recordar nada».

Previamente, el acusado había estado bebiendo por el barrio, antes de volver al domicilio que compartía con su madre, en la plaza de Lago Enol, 7. Fue en la cocina donde comenzaron la fatal discusión que derivó en la agresión. La anciana, con problemas de movilidad, sufrió «puñetazos y patadas» y golpes contra el suelo. Fueron los vecinos quienes avisaron a la Policía tras escuchar el ruido.

Cuando los agentes llegaron a la vivienda de Ventanielles, encontraron a la mujer en el suelo, inconsciente y en medio de un charco de sangre.