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CECILIA PÉREZ
OVIEDO.
Sábado, 28 de septiembre 2019, 02:07
«Ni abatido ni preocupado» pero sí «muy perjudicado por el alcohol». Así describieron al acusado de atropellar mortalmente a Mamel Castañón los dos taxistas que mantuvieron contacto con él horas después del suceso, la madrugada del pasado 26 de mayo.
Estos dos nuevos ... testigos declararon ayer en el Juzgado de Instrucción número 1 que se encarga de la investigación. Uno de ellos fue quien trasladó al acusado desde un bar de copas de Colloto hasta un club de alterne de Siero; mientras que el otro le recogió en este punto y le llevó a su domicilio en el barrio de Vallobín. Todo después de haber ocurrido el atropello.
El primero de los conductores llegó a la puerta del bar de Colloto donde Iván G. G. estuvo bebiendo, como así testificó en su día el propietario del local. Cuando el acusado entró en el vehículo se percató «rápidamente de que iba bebido». Su forma de hablar y el «olor a alcohol de su aliento», así lo reflejaba, expuso. Ya en el interior del taxi, pidió que le llevara a un club de alterne, al Model's. Ante la negativa del taxista porque ese local había sido precintado por orden judicial, Iván G. G. mostró cierto malestar. Tenía especial interés en acudir a un establecimiento de este tipo, aseguró el taxista. Ante los requerimientos del procesado, el conductor le explicó que había otro club cerca, en Viella. Durante el trayecto el acusado del atropello de Mamel Castañón no dijo nada relacionado con el suceso que pudiera levantar las sospechas del conductor. «No iba ni abatido, ni preocupado. Todo lo contrario». En el club de alterne estuvo hasta las ocho y media de la mañana. A esa hora, llamó a otro taxi para que lo trasladara a su domicilio. «Se subió al taxi, me dio la dirección y se durmió a los treinta segundos», «iba muy perjudicado», relató este segundo conductor. No despertó hasta que llegó a la altura del hotel Monumental Naranco, próximo a su domicilio. Allí le esperaba la Policía Local. «El coche de la Policía se me atravesó en mitad de la carretera. Yo pensé que venían a por mí, por si me había metido por una calle equivocada», explicó el conductor. Nada más lejos de la realidad. Los agentes ya habían identificado a Iván G. G. como el presunto autor del atropello, horas antes. «Abrieron la puerta del copiloto y le dijeron: Iván tienes que venir con nosotros».
La declaración de los taxistas se suma a las efectuadas por el propietario y una camarera del local de Colloto al que acudió Iván G. G. Son los testigos que mantuvieron contacto con el acusado inmediatamente después del suceso. El procesado atropelló mortalmente a Mamel Castañón en la calle Argüelles. No le prestó auxilio y huyó con su coche hasta Colloto, como recogió el atestado policial Está en libertad con cargos. Se enfrenta a tres delitos: uno de homicidio imprudente, otro de conducción temeraria y un tercero, de deber omisión de socorro.
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