Juicio en Oviedo

«No me acuerdo de nada porque bebí cerveza y vino y tomé Trankimazin y cocaína»

Según la Fiscalía, el procesado, de nacionalidad rumana, se encontraba en la calle citada y se dirigió a unas personas conocidas y les mostró una daga de doble filo de unos 21 centímetros de hoja añadiendo que había estado 18 años en la cárcel.

Se ausentó aduciendo que iba «afilar el cuchillo» pero volvió amenazando con matar a los presentes, que en ningún momento se levantaron para marcharse aprovechando la ausencia del acusado.

Siempre bajo la narración de la Fiscalía, el procesado amenazó a los presentes y cuando una persona intentó tranquilizarle le asestó una puñalada en la espalda y varias más en diferentes partes del cuerpo.

Otras persona intentó mediar en la refriega y el procesado aprovechó la situación «para, con el propósito de acabar con su vida, clavarle la daga en dos ocasiones en el costado izquierdo», hasta el punto, según se supo ayer en el juicio, que al individuo hubo que estirparle un riñón y el bazo para conseguir que siguiera vivo puesto que sufrió lesiones que presentaron un riesgo para su vida. Hubiera fallecido de no haber sido intervenido de urgencia. El agredido se presentó ayer como testigo de los hechos y corroboró el escrito de la acusación.

Tras el altercado, llegó la Policía que detuvo al procesado que al ver a los agentes arrojó la daga a un cubo de basura. El cuchillo fue rescatado minutos después.

Durante el juicio los testigos corroboraron la historia que cuenta la Fiscalía y todos ellos aseguraron que el procesado se encontraba bajo los efectos del alcohol y de las pastillas. La defensa lo considera eximente completo mientras que la Fiscalía le da un grado de eximente, a secas.

ElMinisterio público pide una responsabilidad civil de 2.000 euros por las lesiones y secuelas al agredido más leve y 38.000 al agredido más grave, que temió por su vida por la gravedad de las lesiones.

Además, ayer durante el juicio la Fiscalía le pidió el pago de una multa de 12 meses a razón de 3 euros al día –1.080 euros– por quebrantamiento de condena, ya que el acusado había sido condenado anteriormente por un delito de lesiones, entre otras penas, a la privación del derecho a la tenencia y porte de armas durante dos años sin que hubiera acabado el periodo de condena.El juicio quedó vista para sentencia.