J. C. A.
OVIEDO.
Sábado, 1 de junio 2019, 01:09
Aún resta un Pleno para el cierre de actas del mandato y, sin embargo, el ambiente del Consistorio ayer era de despedida. Tras el minuto de silencio en memoria de las mujeres asesinadas en lo que llevamos de año víctimas de la violencia de género, veinte, el pesar fue doble. Varios miembros de la Corporación se acercaron a despedir a los concejales y trabajadores del Grupo Municipal de Izquierda Unida. Roberto Sánchez Ramos 'Rivi', Iván Álvarez y Cristina Pontón dejan huérfana a una formación que llevaba en el Ayuntamiento desde las primeras elecciones municipales en 1979.
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El trasiego de vecinos por el despacho de IU para lamentar los malos resultados también ha sido constante durante la semana. «No nos votan pero nos quieren. Prefiero estas lágrimas sin votos que los millones porque las lágrimas comprometen», resumió Sánchez Ramos.
De puertas para adentro, la mudanza y la eliminación de expedientes y legajos acumulados durante cuarenta años ya ha comenzado.
Sobrevivirá un cartel con unas declaraciones del edil Chisco García (PP) que ha presidido el despacho de Izquierda Unida estos cuatro años en los que llamaba al tripartito «cáfila de comunistas desarrapados que quieren convertir Oviedo en una ciudad sin ley». Ya es tarde.
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