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cecilia pérez
Oviedo
Viernes, 1 de febrero 2019, 21:32
Cambiaron el arroz por el granizo pero eso poco importó a Marta Bengoa y a Iván Martínez porque esta pareja tuvo el honor de convertirse en la boda número 5.000 que se celebra en el Ayuntamiento de Oviedo. Lo hicieron en el ... salón de Plenos a las siete y media de la tarde. Doce minutos después, ya eran marido y mujer.
Y si un enlace ya es especial por sí solo, convertirse en los novios cinco mil le añadió un color especial, como dirían por el sur. Tan especial que los novios se lo tomaron «a risa». Lo confesó Marta Bengoa, la novia, minutos antes de subir las escalinatas municipales directa al salón de Plenos. Imposible imaginarse que su boda causaría tanta expectación. «En principio nos íbamos a casar por el juzgado pero por el horario que ofrecían decidimos optar por el Ayuntamiento», explicó. Y lo que iba a ser una ceremonia íntima en un despacho se convirtió en toda una noticia. Su enlace sumaba la boda cinco mil. «Cuando nos avisaron de ello nos dio la risa, nos pareció simpático porque siempre creemos que estas cosas les pasa a otra gente», confesó la novia. Pero esta vez, los afortunados fueron ellos. «Nos sorprendió mucho y estamos muy contentos de ser la boda 5.000», aseguró Iván Martínez, el novio.
La pareja, ambos funcionarios, él en Hacienda y ella en un colegio de Educación Especial, contó con una invitada muy especial, su hija de tres años, Iria, que no se perdió detalle de la ceremonia, a la que acudieron once invitados. Una boda íntima y tranquila que ofició el alcalde, Wenceslao López. La ocasión lo merecía. «Les avisaron que les casaba el alcalde y se quedaron muy sorprendidos. Ellos no lo pidieron, se lo ofrecieron por ser la boda número cinco mil», contó Elisa Gago, madre de la novia.
Ya en harina, el alcalde recibió a los novios en el interior del Ayuntamiento y minutos después el canon de Pachelbel, anunciaba que la novia se encaminaba al Salón de Plenos. «Estoy convencido que este es el viaje más ilusionante que un ser humano puede realizar. Es el viaje en común con la persona más querida». El alcalde les recordó a los contrayente que es «el amor el vínculo que les une» y que «conviene disfrutarlo a tope», les animó. También hubo regalo, a modo de poema. López les recitó unos versos de un joven Pablo Neruda. Hubo anillos, hubo beso y no faltó el tradicional ¡viva los novios!, ellos fueron los protagonistas.
Tras la ceremonia, lo mejor, una cena familiar en el restaurante de La Corte y un avión. El que les espera el domingo para llevarles directos a Nueva York, será su luna de miel, el broche de oro a una boda que suma la número 5.000 celebrada en el Ayuntamiento.
Como curiosidad, el año que más enlaces se celebraron fue en 2006 con 303 enlaces. El año que menos bodas se oficiaron fue en 1995 con 68 matrimonios.
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