La Policía detiene de nuevo a la cabecilla de una red de prostitución dedicada al sado

Mujeres extranjeras explotadas sexualmente, obligadas a prostituirse, obligadas a estar disponibles las 24 horas del día viviendo hacinadas en casas de citas de la ciudad. Esa era la descripción que el pasado julio realizaba la Policía Nacional de la red de prostitución desarticulada en Oviedo, un negocio que incluía el prostíbulo sadomasoquista más importante del norte del país. Ahora la historia parece repetirse: la Policía Nacional ha descubierto un piso en el centro de la ciudad en el que mujeres en condiciones de trabajo abusivas debían estar disponibles todo el día, con apenas dos horas de descanso, para prostituirse. Los agentes acaban de detener a dos mujeres, las dos encargadas de esa nueva casa de citas investigada. Una de ellas estaba también tras la red destapada hace unos meses. Era una de las cabecillas. Se hacía llamar Ama Lara.

La detenida M. R., de 57 años, fue arrestada el pasado verano, tal y como recuerda la Policía Nacional en un comunicado. Fue identificada en esa operación que logró desarticular una organización dedicada a la explotación sexual de mujeres sudamericanas en un prostíbulo sadomasoquista. La causa, en la que otras nueve personas fueron detenidas, está en proceso de investigación judicial, aunque una de las cabecillas de la red ha vuelto a caer. Esta vez no era el piso de la calle Campomanes que escondía ese prostíbulo de sado con columpios, fustas, mordazas, máscaras y hasta una jaula. Esta vez la casa de citas se ubicaba en la zona de Salesas.

Fue un chivatazo el que puso sobre la pista a la Policía Nacional. Los agentes recibieron información relativa a la posible explotación sexual de una menor de edad en un piso de contactos de la zona centro. La chica extranjera, decía e informante, podría estar siendo obligada a prostituirse. Inmediatamente, la Policía Nacional puso en marcha una investigación que esta semana dio sus frutos.

Tras las oportunas tareas de investigación y previa autorización judicial, los agentes procedieron a la entrada y registro del piso, en la zona de Salesas. En ese momento de la entrada, no había ninguna menor ejerciendo la prostitución, pero sí localizaron a dos mujeres extranjeras en situación de estancia irregular, y a otras dos que ya tenían los permisos de residencia. Acompañándolas estaba una de las mujeres encargadas del negocio. Las cuatro mujeres ejercían allí la prostitución y fueron informadas sobre la normativa de protección y auxilio. Eran posibles víctimas de trata de seres humanos.

De lo que no les quedó a los agentes duda alguna es que de allí estaban explotando a las mujeres. «Quedó acreditada la actividad desarrollada por las mujeres en condiciones de trabajo abusivas, tales como estar 24 horas disponibles, con apenas dos horas de descanso. El 50% de las ganancias eran para las responsables de la casa de citas», relata la Policía Nacional en su comunicado. Los agentes destacan que dos de las chicas estaban en situación irregular «abocadas a aceptar condiciones de trabajo que no realizarían en condiciones normales». Por todo ello, los agentes procedieron a la detención de las encargadas del citado piso de contactos como presuntas autoras de sendos delitos de prostitución y contra los derechos de los trabajadores. Son dos mujeres españolas, la reincidente, de 57 años, y otra, de 45.

Una testigo protegida

La operación que hace menos de un año provocó la primera detención de M. F. se destapó por el testimonio de una mujer extranjera, captada en su país de origen y coaccionada en Oviedo para ejercer la prostitución en una casa de citas. La joven consiguió huir y pidió ayuda a la Policía Nacional que descubrió el piso. Pronto localizaron otro de la misma organización, esta vez situado en la calle Campomanes y destinado al sadomasoquismo, «pudiendo comprobar que se había convertido en una casa de citas de referencia para el sector» a nivel nacional.

La organización, que engañaba a mujeres para venir a España con la falsa promesa de un empleo en el servicio doméstico, fue desarticulada con la detención de tres hombres y siete mujeres, aunque una de ellas, una de las que la investigación policial considera cabecilla de la red, conocida como la dominadora Ama Lara, ha vuelto a ser detenida por hechos similares.

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