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La Policía Local de Oviedo es corta y envejecida que tiene una edad media que ronda los 50 años.
A la Policía Local de Oviedo le salen arrugas

A la Policía Local de Oviedo le salen arrugas

El servicio municipal cuenta con 277 funcionarios, un tercio de ellos tienen más de 50 años de edad

Idoya Rey

Domingo, 19 de marzo 2017, 00:43

Para cumplir con las cifras que la Unión Europea recomienda para tener unas ciudades seguras, Oviedo debería incrementar su plantilla de Policía Local en más de un 50%. Esa es la realidad de un servicio que los vecinos quieren tener cerca, a las puertas de sus casas. Exigen que la policía de proximidad regrese a los barios. La tarea, con 236 agentes y 41 mandos, se vuelve complicada, aunque el concejal de Seguridad Ciudadana, Ricardo Fernández, aspira a que la cifra llegue a los trescientos policías patrullando. Comenzará con la convocatoria de diez nuevas plazas que ya tiene en ciernes, algo que, de momento, no solucionará los problemas del área de Seguridad que puede verse seriamente mermada por las jubilaciones a los 59 años.

Esa directiva europea de la que la ciudad se queda bastante lejos recomienda la presencia de 1,8 policías locales por cada mil habitantes, lo que viene a ser un policía por cada 556 vecinos. La Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) es algo más permisiva y sitúa la ratio ideal en un agente municipal por 667 residentes. La realidad es que en Oviedo, con una población de 220.559 habitantes, se queda en un agente a pie de calle por cada 934 vecinos. «Son las consecuencias de haber mermado la plantilla. Algo que además tiene otra implicación porque lo que antes hacían cinco agentes, ahora lo hacen tres e irremediablemente no se hace igual», reconoce el edil. Lo dice porque algunas plazas se han amortizado en los últimos años.

El tiempo pasa además para esos agentes. Los sindicatos cifran la edad media de la plantilla en 49,6 años, una en la que «no todo el mundo está en condiciones para la calle», expone Alonso Álvarez Barril, de la sección del Sindicato Independiente de Policías Locales de Asturias (SIPLA), que anima a diseñar «una segunda actividad» para los agentes. La cifra que maneja el concejal es que más de un tercio de la plantilla supera los 50 años.

Muchos, podrán retirarse dentro de poco si el Gobierno central aprueba definitivamente el Real Decreto que permitirá a los policías locales jubilarse a los 59 años. En ayuntamientos como el de Oviedo, con plantillas cortas y envejecidas, este aluvión de jubilaciones podría poner al servicio contra la espada y la pared. El concejal ya está haciendo números.

115 policías jubilados

De aprobarse ese decreto el próximo junio, de los 277 funcionarios que hoy constituyen el cuerpo de Policía Local, podrían jubilarse un total de 115 (86 agentes y 29 mandos) en los próximos seis años. «Tenemos una previsión, pero siempre teniendo en cuenta que se apruebe el decreto y, además, es probable que exista un régimen transitorio porque si no habrá sitios donde se queden sin Policía Local», vaticina.

Esa histórica reivindicación de la jubilación anticipada en los cuerpos locales permitiría este mismo año que 29 agentes y doce mandos dejaran el servicio, unas cifras que Fernández ha calculado año a año hasta 2022. «Si convocamos unas pocas plazas, pero luego se va la misma cifra o incluso más no podemos alcanzar nuestro objetivo de 300 agentes, sin contar los mandos», explica. Pero el riego no está solo en las jubilaciones, con una plantilla envejecida «se multiplican y alargan las bajas. El servicio, muchas veces, está prendido con alfileres, con los turnos muy justos», expone Alberto de Miguel, del Sindicato del Área de Seguridad. «Hay turnos de noche con cinco o seis agentes y eso contando los del cuartel».

El Ayuntamiento, en 2016, incorporó a doce agentes correspondientes a las convocatorias de 2008, 2009 y 2010. Este año se volverán a convocar otras diez plazas. «Estamos ultimando la oposición para incorporar una decena de agentes. En breve anunciaremos las pruebas», garantizó el edil. Esas vacantes corresponden a las jubilaciones que se produjeron en los años 2014 y 2015, porque los ayuntamientos no pueden crear plazas nuevas tal y como estableció el Gobierno central.

Más intervenciones

A esas estrecheces de la plantilla se suma que en la última década, sobre todo desde la entrada en vigor de la Ley de Grandes Ciudades, la Policía Local ha visto incrementadas exponencialmente sus competencias. Aquella imagen de los agentes municipales destinados únicamente a dirigir el tráfico y poner multas dista bastante de la realidad actual. Ahora atienden servicios de seguridad ciudadana, como robos, hurtos o delitos contra la libertad sexual y participan en la atención a víctimas de violencia machista, por poner varios ejemplos.

Cada año la cifra de servicios es mayor. En 2016, sin ir más lejos, la Policía Local realizó un total de 12.666 intervenciones, casi 700 más que un año antes. Especialmente se han visto incrementados los servicios por delitos contra las personas y por alteración del orden público. No en vano, el concejal intensificó el pasado año los controles de los botellones que se realizan en diferentes zonas de la ciudad, especialmente en fechas señaladas como Carnaval, San Mateo y el final de los exámenes.

«Quiero expresar mi gran respeto por los agentes. Hay un problema y es que su imagen va ligada fundamentalmente a la imposición de multas y la realidad es que ellos se desviven por tratar de dar respuesta a los problemas de los ciudadanos», defendió el concejal. Asegura que cuando los vecinos se quejan de que los coches aparcan en las aceras o por exceso de velocidad, los agentes actúan, pero «luego se dice que lo hacen por el afán de recaudar». El trabajo de los agentes, insiste, «es magnífico. Muchas veces en esos botellones, los agentes llevan a casa o al hospital a chavales que no se encuentran bien. Lo que hacen, lo hacen por ayudar».

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