Secciones
Servicios
Destacamos
Idoya Rey
Miércoles, 22 de febrero 2017, 11:33
Una de las últimas personas que mantuvo contacto con los dos acusados por el asesinato del pequeño Imran, David Fuentes y Fadila Chardoud, fue el dueño del taller donde el procesado trabajaba. «En la última semana de octubre estaba muy nervioso, decía madre mía la que he liado», ha explicado el testigo durante la tercera sesión del juicio que se celebra en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial.
El fin de semana en el que los forenses fechan la muerte del niño, que días más tardes apareció muerto en el interior de una maleta arrojada a la maleza entre las vías del tren, David Fuentes robó en el taller donde trabajaba. Las cámaras de grabación captaron como entre el 24 y el 25 de octubre el hombre entró en el taller hasta en cuatro ocasiones. «Primero entra y coge 50 euros, luego más, luego todo el dinero y al día siguiente se lleva todos los ordenadores», relató el dueño.
A los pocos días, el dueño del taller acudió a la casa de los acusados en Vázquez de Mella para pedir explicaciones sobre lo ocurrido. Allí le contaron que el niño estaba en Málaga y decidió darle una segunda oportunidad laboral. David Fuentes trabajó durante una semana más en el taller, hasta que la pareja viajó a León donde fueron detenidos por la Policía Nacional. Fueron arrestados diez dias depués de que apareciera el cadáver del niño junto a las vías del tren.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.