I. R.
Domingo, 3 de julio 2016, 02:28
La delegación del Rotary Club en la ciudad cambió ayer de presidente. Eduardo Quesada, óptico y propietario de las Ópticas Quesada, tomó posesión del cargo en una cena de gala en el Hotel de la Reconquista. Quesada, quien ya fuera presidente en 2010, sustituye a Teresa González. Para garantizar que el club no toma una dirección marcada por una sola persona, los estatutos estipulan mandatos de un solo año.
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Hace quince días, el club celebró los 25 años de la refundación del movimiento rotario en la capital del Principado. Los rotarios celebraron la efemérides a la vez que entregaban su máxima distinción, el premio Paul Harris, que lleva el nombre del abogado estadounidense fundador de la organización en 1905 y que fue entregado al bioquímico Carlos López Otín.
Quesada es miembro del Rotary desde 1991. Entró gracias a un amigo que había sido profesor suyo. Tras unas primeras reuniones de contacto con el club, le gustó «la idea de poder ayudar a los demás» y decidió entrar de lleno en la organización. Los rotarios le eligieron por unanimidad y llega a la presidencia con la ilusión de realizar un proyecto a nivel local y asociarse con algún proyecto internacional, además de mantener los premios rotarios.
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