Javier Martínez se había aficionado al buceo en la isla.

Tragedia en una carretera cubana

La familia viaja a la isla para repatriar los cuerpos de Javier Martínez Romero y Eva Rodríguez Pérez y hacerse cargo de su hija, de 5 años

GONZALO DÍAZ-RUBÍN

Lunes, 28 de marzo 2016, 00:48

Los ovetenses Javier Martínez Romero y Eva Rodríguez Pérez fallecieron el viernes pasado en un accidente de circulación ocurrido cerca de Cayo Coco, donde la pareja, por fin junta después de tres años separados por motivos laborales, residía desde enero. El matrimonio se dirigía a La Habana, a 450 kilómetros de su casa, para asistir al histórico concierto gratuito que los Rolling Stones ofrecían esa misma tarde, hora local, de madrugada en España.

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Ni los servicios consulares ni el Ministerio de Exteriores pudieron precisar aún ayer las causas del siniestro, que algunos amigos atribuyen a la colisión con otro vehículo en un cambio de rasante. Desde ayer, dos de las hermanas del fallecido se encuentran en la isla para tramitar la repatriación de los cuerpos y hacerse cargo de la única hija de la pareja, de 5 años de edad, que había quedado al cuidado de un matrimonio amigo mientras sus padres iban al concierto.

Javier Ramón Martínez Romero, de 42 años, trabajaba desde mayo de 2013 para la delegación en Cuba de una firma francosuiza de construcción, con obras en varios 'resorts' de la turística zona de Cayo Coco. Alumno del colegio Auseva e ingeniero técnico de minas, conoció a su mujer Eva, nacida en Oviedo tres años después que él, en Sevilla. La pareja residió allí varios años, hasta que por motivos laborales Javier tuvo que dejar a Eva y a la pequeña Alicia a orillas del Guadalquivir y mudarse a Cuba. Eva Rodríguez Pérez había estudiado en los jesuitas y después la carrera de Derecho, hasta lograr plaza de funcionaria en un juzgado de Sevilla.

Reunión en enero

Después de casi tres años separados y viéndose en vacaciones, Eva Rodríguez decidió solicitar la excedencia como funcionaria de Justicia y mudarse con la hija de ambos a Cuba. El pasado diciembre, la familia retrasó la comida navideña hasta el 28 para poder estar todos juntos. El 6 de enero, después de Reyes, el matrimonio viajó de nuevo a Sevilla para ultimar preparativos y desde allí volaron a la mayor de las Antillas y se instalaron en las inmediaciones de Cayo Coco.

Luanco y Oviedo

Pese a llevar varios años residiendo fuera de Oviedo por sus vínculos familiares, la pareja era muy conocida en Oviedo y también en Luanco , donde él y sus hermanos -Alicia, Patricia, Sonia y Arturo- veraneaban desde pequeños. Su hermana Alicia es médica en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) y Patricia, economista. Ambas fueron las que se desplazaron a Cuba para la repatriación de los cuerpos y hacerse cargo de la pequeña. Fuentes consulares confirmaron que ya están en contacto con la familia de los fallecidos, aunque eludieron dar más detalles «sin órdenes de los superiores» y con la legación diplomática cerrada por ser festivo, también allá.

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«Extrovertido», «animoso», «alegre», son los adjetivos que repetían ayer sus amigos. «Eran dos grandes personas», resumían aún conmocionados por una tragedia de la que hay pocos detalles y menos explicaciones. Tampoco la familia ni las fuentes de Exteriores pudieron precisar cuánto se demorarán los trámites para la repatriación y el regreso de la pequeña Alicia, que aún no conoce el destino de sus padres.

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