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A. S.
Martes, 27 de octubre 2015, 00:19
La explosión de dos 'sprays' sobre las cinco y media de la madrugada de ayer despertó a los vecinos que a esas horas descansaban plácidamente en sus viviendas del número 7 de la calle Cervantes. No provocó, sin embargo, heridos de ninguna consideración, si bien tiró a la vía parte de la cristalera del salón de la vivienda afectada y otro cristal de la misma cayó al patio de luces, por lo que a la explosión de los botes le siguieron los fuertes sonidos de los cristales al impactar.
Según explicaron fuentes del servicio de Bomberos, sobre la una de la madrugada, la persona que reside en dicho piso había vaciado un cenicero en la basura donde se encontraban los aerosoles.
A partir de ese momento y sin que el hombre se diera cuenta, el calor se fue acumulando en la papelera, y eso fue lo que acabó provocando que los dos botes reventaran, uno tras otro, lo que generó una excesiva acumulación de gases en el interior de la vivienda que se liberó al saltar las ventanas por el aire.
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