La Policía investiga si la mujer fallecida en Oviedo se electrocutó mientras se duchaba

Una mujer de 49 años apareció ayer por la tarde muerta en la bañera de su casa, en el número 3 de la calle José Menéndez Carreño en La Corredoria. Al cierre de esta edición, la Policía Nacional seguía investigando las causas del fallecimiento. A falta de que los resultados de la autopsia revelen lo ocurrido, los agentes contemplan la posibilidad de que pudiera electrocutarse mientras se duchaba. Tendrán que averiguar, sin embargo, si sucedió de forma accidental o fue de manera voluntaria. La Policía Nacional descartó en todo momento estar ante un caso de violencia de género.

La víctima se había separado hacía unos años y desde comienzos de 2015 tenía una nueva pareja, explicó ayer a las puertas del edificio su exmarido, quien también aseguró que había dejado de tener contacto con ella desde entonces. El hombre, que prefirió no dar su nombre, desconocía si tenían problemas.

Fue el novio de la fallecida quien encontró el cadáver, según explicaron los vecinos. Acudió a la vivienda sobre las seis de la tarde, pero ella no le abría la puerta. Preocupado por lo que pudiera pasar en el interior, pidió ayuda a un cerrajero y fue cuando descubrió el cuerpo sin vida de su pareja en el baño. La Policía Nacional se trasladó a la vivienda para intentar averiguar lo sucedido y que el juez procediera al levantamiento del cadáver.

Tensión en la calle

Tras la terrible noticia, el hombre salió a la calle y sufrió los abucheos de quienes se acercaron al lugar alertados por la presencia policial. Se vivieron momentos de tensión pero, en principio, él no está involucrado ni detenido por el fallecimiento de su novia.

Ella tenía dos hijos de unos 20 años. Su anterior pareja contempló atónito desde la calle la escena: «Mi exmujer se ha suicidado», consiguió pronunciar. Sus hijos fueron los encargados de darle la macabra noticia. Hasta pasadas las nueve de la noche un buen número de vecinos y familiares permanecieron junto a la vivienda de la fallecida, en una calle paralela al apeadero de Renfe.

En el vecindario, ya de noche, daba por hecho que lo sucedido fue un accidente. Pudo ocurrir cuando se duchaba preparándose para ir a trabajar, elucubraban. «No hay nada claro todavía», aseguraron fuentes de la Policía Nacional.