Oviedo quiere convertir el jardín de los Reyes Caudillos en un parque público

El Ayuntamiento y el Cabildo tienen una conversación pendiente. Sobre la mesa, además de la decisión del tripartito de no financiar ningún acto litúrgico y ceñir sus acuerdos a asuntos «aconfesionales» y de la falta de consenso en el convenio por el que la Iglesia recibía una subvención de 20.700 euros para permitir el acceso a la Catedral, la Cámara Santa y al museo los meses de verano, se suma ahora la petición del equipo de gobierno de mantener abierto el jardín de los Reyes Caudillos sin restricciones de horario. Desde el 16 de junio se puede visitar de lunes a viernes durante dos horas (entre las 11 y las 13 horas) tras 42 años cerrado al público. Ahora, la vicealcaldesa Ana Taboada quiere que los ovetenses y todos los visitantes de la ciudad puedan pasear y contemplar el jardín como «si se tratara de un parque público». Se construyó en el año 1943 y en 1973 se cerró por actos vandálicos.

Si todo va bien, el alcalde y el deán mantendrán una reunión la semana que viene en la que intentarán buscar un consenso. «A nosotros no nos afecta en nada que no financien actos litúrgicos porque en realidad no lo hacía. En la misa que se celebraba por Alfonso II El Casto, el Ayuntamiento paga por la megafonía y a nosotros nos costaba dinero ya que, entre otras cosas, costeamos la luz. Nunca financió el culto», explica Benito Gallego. Precisamente es uno de los puntos que están por aclarar en el convenio de la Fundación Municipal de Cultura. En los 20.700 euros se incluían las visitas a la Catedral, las de los escolares y la celebración de la misa por Alfonso II.

Para el deán, el tripartito está «mezclando las cosas. Nosotros defendemos el patrimonio y no hay que olvidar que la Catedral es la zona que concentra mayor número de turistas. Solo hay que ver cómo está la plaza». Reclama que no se olviden de que Oviedo «no es una ciudad sin historia». Dentro de esa historia, aclara, está la celebración del Caldo y la comida de las Fresas que se organizan en Trascorrales desde hace años y en las que Ayuntamiento y Arzobispado compartían comida e intercambian invitación. Primero invita la Iglesia al Caldo y lo devuelve el Consistorio con las Fresas. Ahora, con el nuevo Gobierno, están en el aire.

Taboada explicó ayer que aún no han tratado estos temas pero figuran en la agenda. Para ambos eventos aún faltan meses por delante (coinciden con el Corpus) sin embargo hay una cita, la misa de El Salvador, para la que quedan 13 días (se celebra el 6 de agosto) y en la que por tradición acudía la Corporación para festejar el patrón de la ciudad. Durante la homilía se lleva a cabo la ofrenda de ramos de laurel. El Cabildo ha invitado al nuevo Consistorio, pero aún no ha recibido respuesta: «Espero que me digan algo pronto», puntualizó Gallego.

La postura del Gobierno local es mantener aquellos actos que tengan relación con la cultura o con la tradición.

Gestión antes de ideología

Para Ciudadanos, el anuncio del Gobierno local de no financiar con dinero público los actos litúrgicos y dar la orden de que los policías locales y bomberos no escolten las procesiones responde más a tomar decisiones «de cara a la galería». Para el concejal, Luis Pacho, «la ideología debe estar en un segundo plano y lo que debe primar es la gestión». A los ciudadanos, dice, «no les importa si van a escoltar o no y lo que deben hacer es trabajar y fomentar el turismo en Oviedo».

Desde Ciudadanos han pedido una reunión con Benito Gallego para conocer los términos del convenio y estudiar a fondo el acuerdo. El PP también. De momento, la Fundación Municipal de Cultura acordó trasladar la votación a la próxima semana de cara a que se aclaren los términos del acuerdo.