El tripartito muestra sus primeras fisuras en la negociación sobre sueldos y liberaciones

El nuevo gobierno tripartito hizo ayer lo que promete su nombre y se partió en tres a cuenta de la negociación sobre recursos, sueldos y liberaciones de la nueva Corporación. En realidad, ni siquiera llegó a gobierno. El alcalde, Wenceslao López, aseguró el martes que el decreto con las delegaciones y estructura del nuevo ejecutivo que compartirán Somos, PSOE e IU estaría publicado ayer. No pudo ser. De un lado, IU no celebró hasta la tarde su asamblea para valorar el pacto aunque por la mañana su concejal Roberto Sánchez Ramos ya tomó contacto con su nueva área de Cultura; de otro, sigue habiendo flecos sin cerrar entre los socios de gobierno y con la oposición.

Flecos que ayer pasaron a un segundo plano. La junta de portavoces se reunió ayer. Oficialmente para tratar de avanzar en el funcionamiento de la nueva Corporación, pero se habló, sobre todo se discutió, de dinero. Del que cobrarán los concejales, del que recibirán los grupos como subvención o del que dispondrán para contratar asesores y personal.

Después de tres horas de reuniones por la mañana y otras casi tres por la tarde, el acuerdo fue imposible. Las posturas de Somos y los socialistas están próximas, al menos, en la reducción de las subvenciones a los grupos, pero menos en el número de liberaciones y directamente lejos en su cuantía. Para rematar, la de IU se acerca mucho más a la que defiende el PP. Los populares, además, intentaron levantar la junta de portavoces y llevar la negociación a un acuerdo entre partidos.

Diferencias

Somos quiere reducir al mínimo los concejales liberados. Con cuatro ediles de gobierno Rubén Rosón en Economía, Nacho Fernández en Urbanismo, Mercedes González en Educación y Deportes y Ana Taboada en Participación solo uno de sus seis concejales electos tendría sueldo y habría otra media liberación. Para el PP, con 11, ofrece el mismo régimen, y reduce a una la del resto de grupos.

Los sueldos, siguiendo el mensaje nacional de Podemos, serían de tres veces el salario mínimo interprofesional, tanto para los concejales de gobierno como los de la oposición. Ahí chocan hasta con el PSOE, con sus tres concejales de gobierno: Ana Rivas en Infraestructuras, Marisa Ponga en Atención a las Personas y Ricardo Fernández en Seguridad Ciudadana. Los socialistas comparten que puede haber un recorte en los sueldos, pero no entienden que cobre lo mismo un edil de gobierno, que incurre en responsabilidades con su firma, que uno de la oposición, donde se pueden vender las motos que se quiera sin chocar con el derecho Penal o Administrativo.

El tercer socio, IU con el debut de Cristina Pontón como portavoz, le vale mantener el régimen vigente en el anterior mandato en sueldos y número de liberaciones con algunos matices en cuanto a las ayudas a los grupos o el número de asesores. Y enfrente el PP, con sus 11 concejales, apoya algo similar para lograr hasta cinco liberaciones y media, asesores en consonancia con su fuerza y recursos para su actividad en proporción. Ciudadanos se hace el novato, escucha y aboga por aplicar el sentido común.

El debate concluyó con un acuerdo: poner todas las propuestas por escrito sobre la mesa y volver a verse mañana viernes. Sobre la mesa siguen, también, otros asuntos pendientes. El número y composición de las comisiones informativas o el reparto de los despachos para los grupos municipales, donde hay quien mira de reojo a la ocupación por la vía de los hechos que llevó a cabo el PP el lunes. La intención de ese equipo de gobierno en ciernes, el que presentaron antes de ayer Somos, PSOE e IU, y sigue sin cerrarse, es que las comisiones sean cuatro. En eso están de acuerdo todos, no tanto en quien debe presidir cada una de ellas. Y todo con el secretario general de vacaciones. Le sustituye la jefa de Interior a la que ha tenido que habilitar el Principado para que ejerza como secretaria accidental.