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Jorge García Monsalve con Wenceslao López, antes de comenzar el debate.
López ofrece capacidad y compromiso; Monsalve, juventud y renovación

López ofrece capacidad y compromiso; Monsalve, juventud y renovación

Los dos aspirantes a encabezar la candidatura socialista a la Alcaldía se miden en un debate de guante blanco y anodino

Gonzalo Díaz-Rubín

Sábado, 18 de octubre 2014, 00:27

Las primarias cerradas, como las que celebrarán mañana los socialistas de Oviedo para decidir su candidato a la Alcaldía, son el terreno idóneo para ser muy militante y combativo. El electorado, se supone, cree en las mismas ideas políticas que los aspirantes y estos suelen centrarse en ellas. Ayer ni Wenceslao López ni Jorge García Monsalve hicieron demasiado hincapié en ser más socialistas y de izquierdas que Pablo Iglesias, el fundador de su partido. Enfrentados en un debate en la Casa del Pueblo cada uno puso en liza sus valores. López: experiencia, capacidad, compromiso y credibilidad; Monsalve: renovación, juventud, el «cambio necesario que la sociedad nos pide» y llegar «sin una mochila detrás». ¿El resultado?, un debate de guante blanco, casi, y anodino para un electorado que, en su mayoría, ya ha elegido bando.

Casi, porque en el acto, moderado por el periodista Ceferino Vallina, hubo alguna pulla, como la de Monsalve y su repetida «mochila vacía». Solo al final, Wenceslao López respondió para decir que la suya está «llena de credibilidad, de solvencia, de 40 años de compromiso político». Casi, porque en el turno de preguntas, en teoría dirigidas a los dos candidatos, una de las personas elegidas por la candidatura del abogado laboralista solo inquirió por si López dejaría la secretaría de la AMSO de ser elegido y otra afirmó «no conocer de nada» a 'su' aspirante.

De relaciones con la agrupación se habló. Monsalve aspiró a que cada uno «sepa cuál es su papel» y garantizó que de ser el ganador mañana «no habrá ningún problema» con la ejecutiva o el grupo municipal. Como para ratificar lo último, entre el sector del salón de actos más afín -que hasta en eso se dividieron ayer, aunque no de forma homogénea, los afiliados- se sentaba su portavoz, Alfredo Carreño, junto al secretario de Administración de la FSA, Aquilino Díaz.

También se discutió de futuro y empleo, donde López apostó por la «especialización» de la ciudad en cultura, innovación y aprovechar la capitalidad. Monsalve propuso ayudas municipales a las «altas en autónomos y a la contratación» y mejorar «la formación». Y se habló de La Vega y El Cristo, y de participación, y de pactos «el día después» y de críticas «a la derecha», especialmente Wenceslao López.

¿Que por qué se presenta? Porque tiene unas ganas locas de que en Oviedo deje de gobernar la derecha. ¿Y Monsalve? Porque quiere ofrecer «una alternativa progresista» y porque la sociedad ha cambiado «y no podemos seguir ofreciendo las mismas recetas que hace 30 años».

El desenlace, mañana, cuando los 845 militantes socialistas están llamados a respaldar a uno u otro, aunque hay quien ayer anunció su «voto en blanco».

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