The Charlatans lleva su pop británico a La Ería

La veteranía se nota en directo y The Charlatans ayer dejó constancia de ello. El grupo, una de las bandas representativas del sonido Madchester, tocó lo conocido, como prometían en su entrevista publicada en este diario. Sonaron canciones como Forever, Weirdio o How high ante un público escaso pero entregado a ratos que, como suele pasar en estos conciertos, se quedaron con ganas de más.

Unos cientos personas, la organización no facilitó datos esta vez, se citaron ayer en el recinto de La Ería para disfrutar de ese sonido tan característico, de un grupo con identidad. Su líder, Tim Burgess no se animó, sin embargo, a cantar en español tan solo se atrevió a saludar con un «hola» , algo que baraja desde hace un tiempo. Sus conciertos en España son frecuentes. En julio actuaron en Benicássim, como hicieron 20 años antes en la inauguración del festival. En Oviedo ayer se estrenaron pasadas las once y media de la noche, ya que Nacho Vegas demoró casi media hora su comparecencia, para un concierto que se prolongó durante algo más de una.

La banda que surgió en la ciudad británica a finales de los 80, está dispuesta a seguir. Ha superado dificultades, ninguna, sin embargo, como el fallecimiento de uno de sus miembros, el batería Jon Brookes. El proyecto en solitario de su cantante no es, dice el propio Burgess, uno de ellos. Simplemente son ganas de hacer otras cosas, algo habitual entre los músicos. Que se lo cuenten a los que ayer se subieron con Nacho Vegas a presentar Resituación.

Nacho Vegas y más

Sus seguidores pudieron ver al gijonés y a su banda recientemente en el teatro de la Universidad Laboral. Ayer fue diferente. Al aire libre y con la posibilidad de mover el cuerpo, los presentes cantaron un álbum más reivindicativo de lo habitual, porque la situación económica lo requiere, piensa Vegas en esta ocasión.

De oscuro, con su guitarra y ukelele cuando el tema lo requería, repasó canciones nuevas y recordó antiguas, como Taberneros, El hombre que casi conoció a Michi Panero o El mercado de Sonora. No hubo, en esta ocasión, desnudo en escena para acompañar Adolfo suicide, pero si las voces del coro Al altu la lleva de Gijón.

El escenario de La Ería estuvo ayer concurrido. Miembros de La Madreña reivindicaron su situación, con diez imputados y desalojados de su centro social ocupado. Pidieron apoyo para «luchar por lo que nos pertenece», «un espacio liberado». Antes que ellos había subido Carlos Sadness, que le tocó calentar motores un día después de que Iván Ferreiro pisara las mismas tablas. Con el gallego cantó Siempre esperándote. El catalán, antes Shinoflow, ayer defendió en solitario su Monteperdido.

Una noche con tintes melancólicos para uno de los platos fuertes de San Mateo.