Colas kilométricas y prismáticos para ver el primer concierto de Víctor Manuel

El reloj marcaba las 20. 20 horas y el recinto de La Ería abrió sus puertas. Al otro lado, miles de personas esperaban ya impacientes. «Queremos entrar», gritaron los primeros de la kilométrica cola. Alicia Cañedo era una de ellas. Esperaba en el aparcamiento del Carlos Tartiere desde las 17 horas para coger un buen sitio, conocedora de que «una vez dentro es cuando hay que intentar estar delante». Vino desde Grado para ver «especialmente a Victor Manuel y a su mujer Ana».El cartel completo de artistas «merece la pena», abundó.

Tras ella, una a una, entraron las diez mil personas que adquirieron entrada. Ya cerca de la puerta, hubo quien apuraba el bocadillo que no les dejaron pasar. Decisión que no gusta a casi nadie. «Quieren sacar dinero de todo», lamentó Miguel Hernández. Él viene con su mujer y sus cuñadas desde Madrid. «Sabíamos que estaríamos de vacaciones y no nos lo pensamos en cuanto salió la primera fecha».

Una hora después de que se abrieran las puertas, el final de la cola aún no se divisaba. Por los laterales del estadio no dejaba de llegar gente. A las 21.15 horas, Vaudí empezó a tocar.

La inquietud se sentía, sobre todo cuando el cantante brasileño cantó por Víctor Manuel y sonaron los versos de Sólo pienso en ti. Todos los que estaban ya cobijados por la gran carpa cantaron juntos y los nervios «cada vez son mayores», aseguró Blanca Álvarez.

A las diez y media de la noche, los músicos ya estaban sobre el escenario y entre el público se encontraban caras conocidas como el científico Carlos López Otín, el periodista Iñaki Gabilondo o el músico David Feito, de El Sueño de Morfeo. Pasados unos minutos, apareció Víctor Manuel con traje negro y camiseta blanca, y sus canciones comenzaron a sonar (Señor San Xuan, La romería...). Desde el minuto uno el público se volcó, se entregó, sintió y se dejó sentir con fuerza, a pesar del gran calor y con la larga cola de la entrada ya olvidada. Hay quien, incluso, llevaba prismáticos para no perderse detalle.

Víctor Manuel apostó por lo de casa. Hevia yChus Pedro fueron los primeros en subirse al escenario, en el que su hijo hizo los coros. La Ería se convirtió en «una fiesta» en condiciones, como ya había avanzado la propia Ana Belén, que apareció pasadas las once de la noche.

Los ánimos al alza. Tras Ana Belén, la gente aplaudió con intensidad a Rosendo, Luis Eduardo Aute y posteriormente IsmaelSerrano. El plantel de artistas invitados fueron precisamente quienes animaron a la joven Noelia Bravo a asistir al concierto. Víctor Manuel no le gustaba tanto, pero se la ganó a medida que transcurrió el concierto. «Es genial, me está encantando tanto que tengo ganas de repetir mañana», aseguró.

El ritmo no decae. Mientras Víctor Manuel alterna soledad y compañía en el escenario, los artistas invitados (Aute,Serrat, Sole Giménez, Miguel Poveda oEstopa) van haciendo sus apariciones. Dos horas y media de concierto que no defraudaron.Dos horas y media de concierto que superaron cualquier expectativa. Dos horas y media de concierto que terminaron con el Asturias cantada por todos. Memorable.