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«El estafado soy yo», declara el acusado de cobrar 400.000 euros y no dar la mercancía

El fiscal le pide 3 años y medio de cárcel después de que una conocida tienda de ropa le acusara de quedarse con el dinero para salvar una deuda

María Lastra

Jueves, 22 de mayo 2014, 12:46

El empresario de una conocida marca de ropa debía cerca de 500.000 euros a una empresa textil asturiana cuando realizó un nuevo encargo por valor a 400.000 euros, importe que pagó por adelantado, tal y como le pidieron. El cobro se efectúo, pero la mercancía solicitada nunca llegó a su destino, motivo por el que ayer víctima y acusado se vieron las caras en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Asturias.

Lo juzgado ocurrió en octubre de 2012, cuando el administrador de la tienda de ropa concertó con la empresa asturiana el envío de ropa. Solo tres meses más tarde el empresario de la región, le comunicó en un correo electrónico que la mercancía estaba de camino. Anteriormente, le había ya informado de que era necesario el pago por adelantado para poder sacar la ropa del puerto. Sin embargo, la mercancía nunca se puso en camino, como reconoció ayer en el banquillo de los acusados. «Me debía dinero, y su empresa entró en concurso de acreedores, así que dudaba de que me pagara y esperé a tener el dinero para solicitar que empezaran a hacer la ropa», explica el acusado, quien afirma que la mercancía está hecha, y no se entregó porque la otra parte «me dijo textualmente que no la quería al retrasarse unos días». Sin embargo, desde la entidad mercantil no dicen lo mismo. «Hablé con él para decirle que quería la ropa o la devolución del dinero, pero me dijo que se quedaba con los 400.000 euros para saldar la deuda que teníamos», cuenta la supuesta víctima. La versión es verificada por un agente de la Policía Nacional al que un contable de la empresa asturiana le reconoció que «el dinero se lo quedaban por lo que les debían».

El Ministerio Público considera los hechos constitutivos de un delito de estafa, y pide para el acusado 3 años y seis meses de prisión, y una indemnización de 400.000 euros. Por su parte, la acusación particular solicita una pena de 5 años y la defensa, la libre absolución, mientras el acusado repite que él es el único estafado.

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