¿Qué tal neña?

Luego llegaron todos los recuerdos juntos. Todos somos de La Ferrería y hemos vivido los ochenta, los noventa y estos años del siglo XXI en nuestra calle querida. Disfrutamos de su ambiente 'alternativo'... Otros les daban otros calificativos que nada nos importaba. Vivimos una juventud plena y con ganas de cambiar el mundo. Pusimos juntos muchas piedras para hacerlo.

Nos unió este compromiso social y las ganas de vivir, de disfrutar de un Avilés con mucha historia, con una base cultural que no siempre ha sido reconocida y de la que en aquel momento no se sacaba pecho y a la que le costaba tener un espacio para ser visible.

A la cabeza me vienen muchas imágenes juntos... Somos los 'Hai Que' por ti, Káncamo, por esa forma de ser que hacía que lo mismo que te quisiéramos matar que al segundo te quisiéramos abrazar.

Me acuerdo de la boda de mi hermano, de Suso, con el que un día emprendiste la aventura de una empresa condenada al fracaso porque los dos sois, me niego a hablar de ti en pasado, un desastre de osos amorosos a los que es imposible no querer.

De la eterna sonrisa de Mari, incansable trabajadora, y del día en que emprendisteis vuestra gran aventura con El Cafetón para dar otra vida a la hostelería de Avilés, dando cabida a una cultura asturiana y alternativa que hasta ese momento no tenía un espacio.

Y recuerdo cada día que entraba por la puerta de vuestro chigre, al que no iba con la asiduidad que me hubiera gustado porque la vida es muy perra y no te deja disfrutar de los tuyos tanto como quisieras. Al oír ese '¿qué tal neña?' me sabía querida y en casa.

Se han ido dos grandes corazones. Dos grandes personas que amaban a su ciudad y que pelearon porque fuera un poco mejor. Dejan eso tras de sí, haber conseguido eso. Avilés os va a echar mucho de menos.