Merecemos un Gijón para vivir y trabajar

Podemos cuestionar una y otra vez la hoja de ruta y tratar de quedarnos en modelos ya obsoletos, añorar modelos de ciudad e industriales pasados, pero la realidad es terca, a pesar de muchos, y la Unión Europea avanza con decisión en cada Pacto que publica. Bruselas se mantiene firme en el objetivo de la descarbonización, y aunque estamos a la espera de la concreción de medidas, esta ola llamada descarbonización se ha consolidado como «una tendencia imparable».

En este contexto, es fundamental posicionar a Gijón de cara a la economía del futuro, no porque sea una cuestión caprichosa, sino como la única vía de supervivencia que nos queda. Debemos avanzar hacia una economía digital, verde, interconectada y basada en el conocimiento. Esto último es fundamental con una Asia que avanza sin complejos; donde el éxito lo va a determinar la posesión del knowhow (conocimiento). Así, la semilla sembrada con la construcción del Parque Científico y Tecnológico, sus sucesivas ampliaciones, la consolidación del Campus de la Universidad de Oviedo, la instalación de centros de I+D en nuestra ciudad y las oportunidades de la economía azul, renovables y descarbonización son la base sobre la que debemos construir ahora la prosperidad de las generaciones futuras.

Debemos promover las iniciativas para la implantación y nacimiento de nuevas empresas, autónomos, start ups, spin offs; proporcionando el entorno propicio mediante las estructuras administrativas y logísticas aprMerecemos un Gijón atractivo para vivir y trabajaropiadas, potenciando la comunicación entre empresas y con la Universidad, ofreciendo los espacios urbanísticos adecuados y estableciendo objetivos concretos, específicos y medibles.

Debemos defender nuestra industria con propuestas congruentes, factibles y firmeza. Exigir cambios en el precio de la electricidad para nuestra industria electrointensiva, mejoras del mecanismo de ajuste de frontera y de la política arancelaria entre otros. Celebramos la posible inyección de capital por la compra del tallerón de Duro, pero estaremos atentos al mantenimiento de sus puestos de trabajo y a la posible venta – del a quién y cómo- del resto de las secciones de Duro Felguera, baluarte de la industria asturiana. Y de todas y cada una de nuestras empresas, sin excepción, porque ellas son el resultado del esfuerzo de todos; representan nuestro pasado y deben seguir formando parte de nuestro futuro.

En definitiva, el Gijón que merecemos es una ciudad englobada en el contexto europeo, atractiva, moderna, a la vanguardia; una ciudad de empleo, donde las personas quieran y puedan establecer sus proyectos de vida. Una ciudad para atraer, para vivir y trabajar