Estoy algo nerviosa, pero muy contenta por la presentación, esta tarde, de mi última novela, 'Hasta morir la muerte'. Una historia de misterio histórico en la que la vida y la muerte se tocan la piel. He hecho una pequeña gira a la que, muy ... al estilo norteamericano y musical, he llamado 'HMLM September Tour'. Tres días, tres ciudades, tres presentaciones. Como una auténtica cantante de rock. He de reconocer que he escogido cuándo y dónde de manera muy personal. No por vender ni aparentar ni salir en la foto, sino por lo que significa cada sitio para mí.

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El miércoles comencé este viaje en Gijón, ciudad que yo elegí, hace ya ocho años, para vivir. Decidí que era un buen lugar en el mundo, quizá el mío. El Ateneo Jovellanos, que siempre tiene sus puertas abiertas para recibirme con cariño, ha sido el primer escenario. Cuántas presentaciones –de y para otros autores y medios– he hecho en sus salas. Desde políticos a escritores; desde psiquiatras a poetas; desde autores totalmente desconocidos a los que prácticamente llenan estadios. De todo y para todos, y siempre con una sonrisa.

Ayer fue el turno de la biblioteca municipal de Zalla, en Vizcaya. Allí es donde crecí. Allí viví desde los tres años hasta los veinticuatro; hasta que acabé mi segunda carrera (periodismo; la primera fue sociología) y me trasladé a La Rioja a trabajar. Una biblioteca en la que, cuando era niña, quedaba con mis amigas para escuchar música. Sí, sé que parece raro esto que les cuento, pero es así. Tenía unos sillones tipo diván y unos equipos de música independientes en los que podías escuchar desde lo más clásico a lo último de aquellos años. Una biblioteca con banda sonora que no podía, por supuesto, faltar en esta gira. Un pueblo en el que la lluvia y la niebla marcaron mi camino. Siempre he dicho que por eso suele llover en mis novelas. Lluvia. Es importante para mí.

Comencé este viaje en Gijón, ciudad que elegí hace ya ocho años para vivir

La última parada de la 'HMLM September Tour' es esta tarde, en Oquendo, donde nací. Esta novela es un homenaje a la localidad alavesa, pues es ahí donde está ambientada, donde se levanta el caserío de mi abuela y yo aprendí a sentir de verdad las leyendas y magia de lo que tan cultamente llamamos realismo mágico. En Oquendo están mis raíces y algunos escenarios que, aunque ficcionados, son igual de importantes que los personajes o la trama. Y es que, esto es algo que un buen escritor nunca debe olvidar, cada lugar tiene su alma y su historia. Oquendo tiene la suya, como Gijón. Les confesaré un secreto. Una de las tumbas que aparecen en esta historia es un enterramiento del cementerio de Ceares. Zalla también tiene su alma y su historia. Lo que les he contado de la biblioteca hace un momento es un ejemplo, pero son muchas las experiencias que marcaron mi forma de entender la literatura y por las que hoy soy quien soy. También me enseñaron el significado del compañerismo, la amistad, la lealtad y el 'quid pro quo'. Valores que siempre me acompañan.

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Tres días, tres ciudades, tres presentaciones y un libro que he tardado muchos años en escribir. Quizá por eso me atreva a hablarles de él aquí, en estas líneas; tal vez por eso deje por una vez las opiniones sobre el mundo, la política, la economía y demás asuntos para otro día. ¿Acaso un artículo de opinión no puede servir también para que ustedes me conozcan un poco mejor? ¿Para expresar lo que siento? Creo que sí. Creo que es perfectamente compatible. Así que ya sólo me queda invitarles a leer el libro, si les apetece y les ha picado la curiosidad. No vayan a la librería porque allí no lo encontrarán. Es un libro especial. Distinto. Único. Yo he decidido que lo sea. Lo tienen en Amazon. También quiero pedirles que se acuerden de mí hoy. Cierro mi particular gira en un lugar importante y, aunque ustedes no estén allí, en cierto modo lo están.

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