En torno a su familia y a tres grandes pasiones Tineo, la arquitectura y el rugby, ha transcurrido la vida de este magnífico arquitecto.

Publicidad

Tinetense, nacido en la calle Mayor, pasó la infancia en el Palacio de Merás viendo con 5 años cómo entraban las ... tropas nacionales para transformar la casona en cuartel (recuperado posteriormente por su abuelo por 60.000 pesetas de las de entonces) y al padre partir al exilio «en Francia, Santo Domingo y México». Estudió en Tineo en el colegio San Francisco y en el Hispania de Oviedo. Seis años en Madrid haciendo arquitectura. Regresó de nuevo a Tineo hasta 1962, que se trasladó a Oviedo y de ahí en la década de los noventa a La Fresneda (Siero).

Dentro de su actividad profesional, sus diseños arquitectónicos comparten esquemas organicistas que ayudan a disgregar las grandes superficies en cuerpos más pequeños que buscan una mayor integración en el entorno donde se construyen; buscando su máxima funcionalidad y utilidad. Su época más fructífera se desarrolla en las décadas de 1970-1980, contribuyendo al crecimiento y expansión de la ciudad introduciendo esquemas habitacionales desconocidos para su época. Entre sus obras destacadan los Colegios Meres y Teresianas; numerosos edificios de viviendas, especialmente en Oviedo, Gijón y Tineo; y el Banco de España; aunque siempre nos ha dicho que se siente especialmente orgulloso de un edificio de viviendas ubicado en la calle Campomanes en la que plasmó los valores de la arquitectura típica de la capital de manera actualizada.

El deporte siempre ha estado ligado a su persona. Desde aquellos inicios futbolísticos en el campo de El Viso de Tineo, hasta convertirse en el primer jugador asturiano internacional de rugby; nueve veces con el XV del León, con el que debutó el 5 de abril de 1954 en un partido contra Portugal.

Publicidad

Recuerdos y anécdotas vienen a la memoria: diarias esperas en la parada del autobús de la plaza América compartidas con Rosy su mujer, partidos en el Tenis en los cuales a pesar de la diferencia de edad era tan complicado ganarle, Nico y sus restantes nueve hermanos, entreg de la medalla por cincuenta años de profesión en 2010, el reciente premio Castelao, mis hijos hablando de sus nietos y sobrinos, y tantas cosas más.

Se ha ido un excelente profesional, un gran compañero y amigo; mi recuerdo, afecto y cariño para toda esa extensa familia que también ha sabido crear.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

3 meses por solo 1€/mes

Publicidad